Transitar por el centro de Villa María y sus alrededores significa toparse permanentemente con carteles de “alquila”. La cantidad de locales comerciales vacíos que hay en la ciudad llega a niveles que son difíciles de recordar en los últimos años.

La pandemia y las medidas que se han tomado en torno a ella (léase cuarentena) para muchos rubros ha sido devastadora, lo que ha provocado incesantes cierres.

Esto ha generado, en parte, que, al haber tanta oferta de espacios para abrir un negocio, se puedan llegar a negociar y arreglar los valores actualmente, cosa que cuando la demanda es importante es más difícil de realizar.

En Villa María, los precios varían de acuerdo a la ubicación, tamaño y estado del espacio en cuestión. Pero, a modo de parámetro, el alquiler de un local de 40 metros cuadrados en el centro ronda los $30 mil de promedio. Claro que, también, se consiguen locales desde los $10 mil. Para arriba, hay de todo: Hay grandes superficies que están alquiladas por encima de los $300 mil.

Pero, ¿quiénes alquilan un local comercial en este momento?

Gustavo Chiri, titular de la inmobiliaria Madison Propiedades, contó que “hemos tenido gente de otras ciudades con marcas importantes que, al haber aparecido locales disponibles en las zonas principales del centro, han aprovechado la oportunidad». En ese sentido, explicó que “son empresarios de la región que en otro momento no conseguían un local en el lugar que querían y que ahora decidieron venir”

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También, indicó el corredor inmobiliario con más de dos décadas en la profesión, “se da de gente que se ha movido de un local más grande a uno más chico”.

Por su parte, Matías Zuccón -de la inmobiliaria que lleva su nombre-, remarcó en ese sentido que “lo que se está alquilando hoy son locales que están en funcionamiento y que se mueven, o porque crece el negocio o porque donde están se les va mucho el alquiler y se achican, pero hoy no hay muchos negocios nuevos que estén buscando instalarse por la incertidumbre”.

También, planteó que existe un gran problema y es “la carga impositiva para abrir un negocio y el costo inicial de arrancar un emprendimiento” lo que muchas veces termina desvaneciendo las pocas consultas que hay por este tipo de espacios.

Negociaciones

Ambos profesionales contaron que han tenido que ser intermediarios de negociaciones entre propietarios y locatarios de los locales comerciales.

Chiri remarcó que “nosotros, en particular, hemos logrado convenir con casi todos los comerciantes y empresarios que tenemos en el centro y con todos hemos llegado a un acuerdo satisfactorio en el proceso de la pandemia y en este año, para convenir entre propietarios e inquilinos para dar continuidad, entonces las bajas fueron menores”.

También subrayó que “nosotros no tenemos incumplimientos, pero si notamos un fuerte esfuerzo del empresariado y, en charlas íntimas, dan cuenta de una gran baja de la rentabilidad, sosteniendo los negocios con ahorro principalmente”.

Zuccón, en su caso, planteó una particularidad que se dio en la negociación de las partes donde “tuvimos contratos a punto de vencer o vencidos que, en la renovación, el propietario decidió bajar el precio”.

“Se han desocupado locales en pandemia y, en vez de actualizarse los contratos, se han alquilado en los mismos precios o hasta en precios más bajos, notándose también un esfuerzo del propietario”, remarcó Zuccón.

En relación a otros espacios utilizados por el sector comercial, productivo y de servicios, como son las oficinas y los galpones, el joven corredor inmobiliario dijo que, en el primer caso, “salvo las casas que se utilizaban para profesionales de la salud, en los otros casos como oficinas de estudios jurídicos o contables, también hubo bajas”.

Para los galpones “se está dando que no hay tantos en alquiler, sino más que nada en venta, lo que va de la mano de la baja rentabilidad en general que están teniendo los inmuebles”.