Comer rico, sano y rápido es posible, o al menos eso intenta lograr Milanesitas con su vasto abanico de productos.
Desde hace 15 años, María del Mar Ferrero y Juan Manuel Maldonado ofrecen distintas opciones vegetarianas y veganas para contribuir con una alimentación saludable en Villa María y la región.
El proyecto surgió inicialmente porque María del Mar mantenía una alimentación vegetariana y “en ese momento no había tanta variedad de productos vegetarianos”, comentó.
A su vez, agregó: “Una amiga me enseñó a hacer las milanesas de soja tradicionales, pero después empecé a indagar un poco más, tratar de informarme y crear nuevas variedades y productos”.
Milanesitas, como bien lo indica su nombre, es conocido por sus populares milanesas de garbanzo con espinaca, remolacha y soja orgánica. Todas las variedades son moldeadas artesanalmente, lo que les da un toque distintivo.
“Cuando empezamos a vender, solo hacía milanesas y la gente les decía ‘milanesitas’, por lo que quedó ese nombre”, dijo Ferrero. Sin embargo, actualmente el emprendimiento local realiza también hamburguesas, pizzas, pastas y tartas.
El crecimiento que ha tenido Milanesitas en los últimos años es evidente. Al respecto, María del Mar mencionó: “Empezamos cocinando en nuestro hogar, salía a vender puerta por puerta, pero luego ya tenía bastante clientela por lo que comenzaron a retirar los pedidos por casa. Todo fue de boca en boca, hasta que pensamos en alquilar un espacio físico”.
Actualmente, el local de Milanesitas se encuentra ubicado en San Juan 766.
Del freezer a la mesa
“Mi familia siempre tuvo fábricas de helado y después algo de panadería por lo que anexamos algunas maquinarias que sirvieran para aumentar la producción, pero sin alterar el aspecto artesanal”, explicó Juan Manuel, quien mantiene un trabajo en una empresa del sector metalmecánica y, cuando finaliza su horario, colabora con María del Mar en Milanesitas.
De igual manera, precisó que “si bien podemos abordar mayor demanda, hoy nuestro desafío es impulsar la difusión para pasar del boca en boca a algo un poco más profesionalizado”.
“Con el local mantenemos venta al público de 10 a 17 horas, pero nuestro interés principal es la fabricación por eso también se pueden encontrar nuestros productos en distintos negocios y comercios de la ciudad”, plantearon.
Esto, subrayaron, fue algo que también “se fue dando solo y está bueno porque creemos que es la manera en que podemos llegar a todas las familias de la ciudad”.
Ferrero confió que “uno de nuestros objetivos es que las familias numerosas, como nos sucede a nosotros, que por ahí no tenemos tiempo de cocinar, puedan preparar sus comidas en poco tiempo y que sean sanas”.
En ese sentido, señaló: “En nuestro caso, tenemos dos hijas y sabemos que podemos sacar algo del freezer y solucionar la comida para todos”.
“De hecho y, por ejemplo, al momento de crear las tartas no fuimos por la individual, sino por la de tamaño familiar. Apuntamos a la incorporación de comidas saludables por parte de toda la familia”, apuntó Maldonado.
Mayor producción, sin perder la esencia artesanal
Para aumentar la producción, la pareja decidió incorporar ciertas herramientas que “nos ayudan con el tiempo y la cantidad de producción, pero no alteran la condición artesanal”.
“De hecho, por ahí pensamos, por ejemplo, que las milanesitas podrían ser un poco más uniformes, pero es una característica que quedó como parte del producto, las seguimos cortando de manera manual”, destacó Juan Manuel.
Asimismo, María del Mar comentó que “las pastas o masas se siguen estirando con palo, no negociamos el tema de la maquinaria si puede afectar la calidad y el sabor de lo casero”.
Cabe señalar que, además de que los productos sean veganos o vegetarianos, algunos son libres de gluten.
“Siempre explicamos que se producen en el mismo espacio donde elaboramos otros productos con harina, por lo que puede haber contaminación cruzada, pero buscamos no consumir tanto trigo. Además, tampoco usamos conservantes, colorantes o aditivos”, precisó Ferrero
Agregó que tratan de alinearse “con el lado agroecológico, orgánico y, en la medida de lo posible, intentamos que se pueda mantener una relación precio-calidad”.
“Creemos que la vida de hoy en día te lleva tan a mil que hace que uno caiga en la comida chatarra, por lo que consideramos que cuando uno come sano, se siente más liviano, con más energía y poder mantener esa vida a mil requiere sentirte bien, por esto apuntamos a la alimentación saludable”, relató María del Mar.
Seguir creciendo
Sobre el proyecto a futuro de Milanesitas, la pareja destacó la búsqueda de “nuevos comercios que se sumen a vender sus productos, sobre todo en los barrios de la ciudad”.
Actualmente, Milanesitas forma parte de los proyectos elegidos por el programa Incubadora de Empresas, de la Universidad Nacional de Villa María y AERCA.
“Es un proyecto muy importante para pequeños emprendedores, estamos muy contentos y entusiasmados por ir incorporando las nuevas herramientas que nos van brindando y seguramente nos ayudarán con nuestras metas”, dijeron.
Por último, los emprendedores invitaron “a animarse a probar cosas nuevas, educar el paladar a nuevos sabores y comer de manera saludable”.