Villa María |

martes 24, junio 2025

De una hamaca casera a un emprendimiento con impacto: la historia de EcoCraft

Con materiales recuperados y una mirada sostenible, María Paula Martínez y Pablo Campana crearon un emprendimiento que transforma neumáticos y scrap textil en objetos únicos y funcionales. Hoy, el proyecto apuesta a crecer como pyme y generar empleo local.

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Hace nueve años, cuando nació su segunda hija, María Paula Martínez y Pablo Campana diseñaron una hamaca circular para que jugara en casa.

Lo que comenzó como un gesto de amor y creatividad se transformó en la semilla de un emprendimiento con fuerte compromiso ambiental: EcoCraft.

A partir de neumáticos de motos recuperados, crearon las primeras piezas y comenzaron a comercializar sus productos en distintas ferias de la provincia.

No obstante, por sus trabajos a tiempo completo en educación e informática, el matrimonio pospuso el proyecto.

Recién en 2024, tras una decisión clave (Paula redujo su carga docente), EcoCraft renació con fuerza.

“Encontramos en esto un proyecto que genera impacto positivo en el lugar donde vivimos. Es innovador y por eso decidimos apostar por más”, explicó la pareja.

De una hamaca casera a un emprendimiento con impacto: la historia de EcoCraft
El proyecto produce artesanalmente hamacas, mecedoras, andadores, camas para mascotas y mesitas otomanas.

Reciclar, rediseñar, revalorizar

Actualmente, EcoCraft produce artesanalmente hamacas (y variantes como mecedoras y andadores localizados), camas para mascotas y mesitas otomanas, combinando neumáticos reciclados de autos o motocicletas con scrap textil (retazos de tela reutilizados).

Cada pieza es única, y su proceso implica tiempo, diseño, y compromiso con la economía circular.

“El interés por el ambiente siempre estuvo. Estudié la licenciatura en Enseñanza de las Ciencias del Ambiente y encontré en EcoCraft una manera concreta de ocuparme de los residuos que nos rodean”, contó Martínez.

Desafíos, aprendizajes y visión empresarial

Como en toda historia emprendedora, el camino tuvo obstáculos: el tiempo, la dedicación y la producción a escala fueron, y siguen siendo, grandes retos.

“El decidir dedicarme a tiempo completo al emprendimiento fue un paso gigante, sobre todo tras ejercer 18 años como docente. Esto es algo que no hubiese podido hacer sin el apoyo de mi familia”, relató Paula.

Al respecto, añadió: “Creo que el reto del emprendedor es animarse, dejar las seguridades y conectarse con la esencia de uno mismo, lo que realmente te gusta hacer”.

Este año, EcoCraft fue uno de los emprendimientos elegidos para formar parte del programa Incubadora de Empresas, de la Universidad Nacional de Villa María y AERCA.

“A partir de esta experiencia estamos ampliando la visión que tenemos para nuestro emprendimiento y esperamos convertirnos en una pyme y generar puestos de trabajo”, anticipó Campana.

En ese sentido, Paula agregó: “En estos tiempos de recorridos y participación de ferias, nos encontramos con mano de obra especializada, es impresionante la cantidad de mujeres que saben coser y tejer, así que apostamos a la posibilidad de ampliar la producción y llegar a nuevos mercados. Una oportunidad que nos está dando la Incubadora”.

Los principales canales de venta de EcoCraft son a través de Instagram y Marketplace, aunque los emprendedores se encuentran realizando alianzas con distintos comercios de la ciudad y otros puntos de la provincia.

“Ampliamos nuestra visión, hay muchas oportunidades que se pueden aprovechar con veterinarias o Pet Shops, por ejemplo. No conocemos una fábrica de camas para mascotas en Villa María y es un mercado a explotar”, relató Pablo.

De una hamaca casera a un emprendimiento con impacto: la historia de EcoCraft
Los emprendedores buscan convertirse en una pyme, expandirse y crear empleo.

De igual manera, los creadores de EcoCraft proyectan que sus productos puedan encontrarse en distintos comercios e instituciones.

“Nuestras hamacas fueron utilizadas en un centro de salud para fomentar la estimulación integral de los sentidos en niños con discapacidad, y también se hallan en parques municipales”, comentó Paula.

Consumo responsable y consciente

Tras consultarles por sus expectativas futuras, los emprendedores remarcaron el objetivo de consolidar una pyme y ampliar el abanico de productos. “A partir de los neumáticos se pueden elaborar muchos objetos de utilidad”, indicaron.

“Estamos convencidos de que la idea de negocio es buena por el triple impacto que genera en la sociedad”, dijeron Paula y Pablo y enumeraron: “Rescatamos materiales que de otra manera se convertirían en basura y le agregamos valor, lo que repercute en el ámbito ambiental y social. Además, creamos un producto y lo comercializamos, lo que genera un impacto económico”.

“Creemos que es muy importante fomentar el consumo responsable y consciente en nuestra comunidad y con EcoCraft todo es posible”, concluyeron.

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