El financiamiento bancario al sector agropecuario alcanzó uno de los puntos más altos de las últimas dos décadas.
Según datos del Banco Central y un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el sector tomó deuda por $4,1 billones de pesos a valores constantes, lo que lo ubica como el tercer registro más elevado del siglo.
El dato más relevante es la composición de esa deuda: el 60% corresponde a préstamos en dólares.
Este tipo de crédito duplicó su volumen en el último año, mientras que el financiamiento en pesos creció un 48%.
En total, $1,6 billones fueron otorgados en moneda local y $2,5 billones en moneda extranjera.
La BCR atribuyó este movimiento a varios factores: blanqueo de capitales, flexibilización del mercado cambiario y mejores condiciones para acceder a créditos en dólares. También influyó el encarecimiento del financiamiento en pesos, con tasas reales más altas en un contexto de desaceleración inflacionaria.
“Este volumen sólo fue superado por los registros del 30 de junio de 2018 y de 2012”, destacó la entidad, que subrayó el crecimiento del crédito en moneda extranjera como la principal causa del salto.
Igualmente, limitado
A pesar de esta suba, el financiamiento bancario sigue siendo limitado frente a las necesidades del sector.
En los últimos años, el agro se volcó a otras opciones, como el crédito comercial o el mercado de capitales, para cubrir insumos y capital de trabajo.
La morosidad, por su parte, muestra un comportamiento saludable: el 98% de los créditos se encuentra en cumplimiento, un dato que refuerza la confianza del sistema financiero en el sector.
Respecto a las tasas, la BCR indicó que durante gran parte de la última década las tasas en pesos fueron negativas en términos reales. Sin embargo, en junio de 2025 la tasa real anual trepó a 23,1%, la más alta registrada en este siglo, lo que desincentivó el crédito en moneda local.
En cambio, las tasas reales para préstamos en dólares rondan el 5,8%, en línea con el promedio de los últimos diez años.
Esta diferencia, sumada a las condiciones macroeconómicas, explica por qué el sector eligió mayoritariamente financiarse en moneda extranjera.