Por primera vez en sus tres décadas de trayectoria, la firma villamariense BPB exportó productos de innovación propia.
Lo hizo a través de una de sus unidades de negocios, denominada B&P Motion Solutions hacia Estados Unidos, para abastecer aquel enorme mercado agroindustrial con unidades montadas y soportes especiales desarrollados a medida.
El director de la empresa, Gustavo Boetsch, contó a Mundo Empresas que se trata de “una serie de productos, entre los que hay varios particulares”. Y, a modo de ejemplo, especificó que “estamos exportando ahora una masa que tiene un concepto de libre mantenimiento que, hasta ahora, en Argentina no la estamos utilizando, que tiene garantía de por vida”.
Por su parte, Pilar Martínez, responsable de comercio exterior en la firma, especificó que “en febrero se envió la primera carga y, ahora, estamos a punto de enviar la cuarta”. Aclaró, además, que no es la primera vez que exportan, solo que antes se vendían al exterior “productos convencionales”.
En ese sentido, Boetsch ponderó que BPB -que actualmente cuenta con una planta de 75 trabajadores- tiene un alto grado de especialización y desarrollo, dado que “más del 10% de la gente que trabaja acá son ingenieros, probablemente, un número que supera la media de Córdoba”.
“Tenemos un departamento de ingeniería que está todo el día trabajando en diseño e innovación”, indicó y sumó que “hoy estamos trabajando en cuerpos de siembra inteligente con gente de Alemania, que está viniendo próximamente”.
“Estamos trabajando en un montón de proyectos”, introdujo y destacó que la empresa viene diversificando su producción y alcance. “Ya no solo hacemos rulemanes”, sentenció y enumeró: “Estamos metiéndonos en algunos desarrollos para la industria petrolera; en la industria del litio también hemos hecho algunas piezas muy particulares; todas con características que hacen que un rodamiento convencional no funcione”.
Aprovechar oportunidades
Boetsch contó detalladamente cómo es que su empresa llegó a poner un pie en el competitivo mercado del agro de Estados Unidos. También opinó sobre el contexto que favorece y el que desfavorece a este tipo de negocios.
La pandemia y cómo afectó a China son factores claves para entender por qué el país del norte de américa abrió sus puertas a otros proveedores. Sin embargo, no son las únicas aristas a tener en cuenta.
“El que abrió las puertas a que esto se concrete fue Trump. Nos guste o no nos guste. Fue el primer tipo que se dio cuenta que China era un problema para el mundo, además de ser una solución para muchos casos”, introdujo.
En ese sentido, recordó: “hace un tiempo, Trump recibió una carta de Elon Musk, en la que le decía que China le cobraba el 25% de arancel para ingresar sus autos al mercado chino, y que ellos le cobraban solo el 2,5% a los autos chinos para ingresar al mercado americano. Tiempo después, Trump le aplica una política de penalización arancelaria a China del 25% de productos industrializados. Porque, es una realidad, China es un gran exportador, pero un miserable importador”.
Así es que la empresa villamariense fue apareciendo como una alternativa. “El arancel impuesto, sumado a la pandemia, empezó a complicar la operatoria de China con los Estados Unidos e hizo rever a los americanos este concepto de comprar todo chino. Nosotros empezamos a encontrar que en Estados Unidos la gente quería tener una alternativa”, planteó.
“Argentina no es un país barato, es un país caro, para el mundo. Pero tenemos la mejor mano de obra y tecnología, de México para abajo. Desde el punto de vista de producción, tecnología, maquinaria, mecanización, control de calidad, ingeniería”, consideró el empresario local.
Boetsch adelantó que en los próximos días estará viajando a Estados Unidos para reunirse con otro posible cliente, y confesó que “todos los días nos aparece una empresa nueva que quiere comprar, pero no solo a BPB, quiere comprar a Argentina”.
Poder crecer
Desde BPB no dudan de que a que el nivel de exportaciones que realizan podría crecer exponencialmente “si las condiciones del país lo permitieran”.
“Hay que venderles a los países que tienen plata para comprar. El americano es un tipo que está abierto a todos los mercados del mundo, y Argentina es un productor sumamente atractivo para Estados Unidos”, aseguró.
El problema, subrayó, “es que dependemos muchísimo de materia prima importada”. “Es una locura, pero nosotros ahora queremos traer un laser, y primero que no tenemos cómo pagarlo, tendríamos que ver cómo sacamos el dinero del país para pagar el laser. Porque el gobierno hoy pretende que vos consigas que alguna alma caritativa en algún lugar del mundo decida mandarte el laser sin ningún tipo de papel y giro para que cuando llegué acá te dejen que lo pagues en 180 días posteriores”, lamentó.
“Nosotros tenemos muchas máquinas automatizadas y necesitaríamos más. Hoy pasan dos cosas: no hay créditos para las empresas. Y no hay materia prima porque se ha destruido la cadena de producción. Nos debería ayudar a importar máquinas y herramientas, porque si traigo algo es para trabajar”, cerró.