La emprendedora local Verónica Stupenengo, participó de la convocatoria que llevó a cabo la Bienal de Cerámica de Taiwán.
Se trata de un evento internacional donde participan artistas de distintos lugares del mundo y cuyas obras se expondrán en el New Taipei CityYingge Ceramics Museum.
La propuesta ofrece más de 90.000 euros en premios, con dos Grand Prize, dotados con unos 30.000 euros cada uno, además de la posibilidad de exponer y acceder a programas como “artista en residencia” en Taiwán.
La Bienal es una de las grandes oportunidades para los ceramistas de todo el mundo, no solo de conseguir una de las dotaciones económicas más importantes de los certámenes mundiales, sino también abrir el acceso al mercado internacional, muy especialmente el de extremo oriente, que se posiciona como uno de los más importantes de la actualidad.
En ese marco, Verónica, quien se desempeña como ceramista desde el 2020, contó: “Cuando inicié con la cerámica, comencé realizando productos utilitarios y lancé mi propia línea, la serie Virtudes. Fue mucho después que empecé a hacer diseños de cuadros y desperté una parte mía más artística”.
“Tengo mucha fascinación por la cultura asiática, comparto con amigos y conocidos que son de allá y casi todo lo que consumo, como música, películas o series son productos asiáticos. Fue así que, por medio de mis contactos, me enteré de la convocatoria de la Bienal,” explicó la propulsora de Cerámica VS.
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En ese sentido, detalló que el cuadro que presentó, titulado “Humildad”, va en consonancia con el resto de sus creaciones y los mensajes que desea transmitir a las personas.
“La convocatoria fue inusual porque no se requerían obras de alguna temática en específica y, en esta oportunidad, se podía participar de manera gratuita”, recordó.
Explicó que, si bien se enteró “un poco tarde” teniendo en cuenta los plazos de entrega, “tenía los diseños de algunos cuadros y me dediqué a tiempo completo para llegar a realizar mi obra”.
No obstante, recientemente la emprendedora fue notificada que su cuadro no quedó en la selección para participar del evento internacional.
“Estaba muy entusiasmada pero siempre con los pies en la tierra, fue el primer cuadro que realicé y ya el haber participado de la convocatoria fue un logro para mí”, mencionó Verónica.
Valoró que “la experiencia fue un incentivo porque ahora tengo dos años más para crecer artísticamente, tanto en la creación de cuadros como en otras cosas, y volverme a presentar en una nueva oportunidad”.
“Mi idea es poder hacer conocido al emprendimiento desde otro lado, desde la parte más artística y siempre dando un mensaje, que vaya en consonancia con el resto de las cosas que hago”, precisó.
Virtudes
La emprendedora se explayó sobre su serie Virtudes.
“Mi idea es compartir los mensajes que quiero dar, porque un mate o una taza hecho de cerámica se puede conseguir en un montón de lugares, pero lo que más me importa es el mensaje, entregar una pieza con un valor agregado de la intención con la cual se realiza y el amor que se le pone”, indicó.
De este modo, Verónica detalló que cada producto lleva consigo distintos mensajes según la virtud elegida, entre las que se encuentran honestidad, fraternidad, amor, tolerancia, humildad, sabiduría, justicia y cortesía.
“Muchas veces las personas eligen un modelo sin saber el mensaje detrás y cuando les explico me dicen que justo les hacía falta o necesitaban leer sobre esa virtud”, mencionó.
A su vez, la ceramista relató: “Todo lo que quiero transmitir, primero tuve que trabajarlo mucho interiormente, son muchos años de conocimiento y crecimiento personal para poder llegar a transmitirlo”.
De igual manera, reflexionó: “Creo que venimos a este mundo con la misión de crecer espiritualmente y evolucionar, más allá de lo material y muchas otras cosas. Entonces, si con mi trabajo puedo ayudar a ese crecimiento de cada uno ya estoy satisfecha”.
La decisión de emprender
Al hablar sobre cómo surgió Cerámica VS, Verónica contó que siempre tuvo la idea de “trabajar por mi cuenta, no depender de horarios de oficina y poder combinar mi estilo de vida con mi trabajo”.
“Soy Técnica en Turismo y Hotelería, trabajé en turismo mucho tiempo y estudié organización de eventos, asesoramiento de imagen, idioma y protocolo. Si bien cuando estudiaba me gustaba, al momento de trabajar no me veía en esos ambientes, entonces seguí haciendo distintas cosas hasta que me amigué con mi mamá, con quien tuvimos una relación desde que nací prácticamente bastante complicada”, relató.
Y continuó: “Desde que mis hermanos y yo éramos chicos, a mi mamá siempre le gustó la cerámica desde la parte artística. Pero, como yo le daba la contra, siempre fue una actividad a la que no le presté mucha atención”.
“En 2015 empecé un trabajo espiritual grupal, que ya había iniciado previamente de manera individual, y logré hacer un cambio en muchos aspectos”, narró.
En esa sintonía, sumó que “desde ese punto de vista, pude amigarme con la relación con mi mamá e incursioné en la cerámica, donde quedé fascinada”.
Stupenengo, quien se formó en la Escuela de Bellas Artes, siguió con su trabajo de medio tiempo en el área de Turismo y lo combinó con su actividad en la cerámica, hasta que en la pandemia decidió dedicarse por completo a su emprendimiento.
“Lo que me gusta de Cerámica VS es la libertad de poder trabajar en distintos lugares. Si bien la mayoría de las piezas las realizó en mi casa, hay técnicas como el ahumado que las llevó a cabo en la casa de mi mamá, otras piezas las puedo llevar a donde vaya y eso es lo que para mí no tiene precio”, destacó la artista.
Por otra parte, Verónica se refirió a las dificultades que ha tenido que enfrentar desde que lanzó su proyecto: “El mayor reto es la gente en contra, sobre todo mi familia y amigos que muchas veces no logran terminar de entender que es un trabajo lo que hago y que puedo vivir de esta manera”.
“No es una dificultad en sí para el emprendimiento, sino para la cabeza de uno. Por eso es tan importante ser fuerte y poder mantenerse haciendo lo que uno desea a pesar de los comentarios”, señaló.
De emprendedora a artista
Tras consultarle por su visión a futuro, Verónica precisó: “Antes que emprendedora, prefiero verme como artística”.
“Es bastante más difícil, pero tengo muchas ideas por concretar, quiero hacer cuadros originales y también su versión comercial, sin dejar de transmitir mis mensajes”, explicó.
“Muchísima gente me ayudó, aprendí mucho viendo en el otro su forma de trabajo o su historia, entonces hoy quiero hacer lo mismo y ayudar a los demás. En ese sentido, otro proyecto sería poder enseñar y brindar un espacio donde las personas puedan venir y aprender cerámica desde lo lúdico y la distensión”, contó.
Y concluyó: “Mi idea es llegar a la gente desde otro lado, que puedan distenderse, aprender e irse con alguna piecita hecha con sus propias manos”.
