En la actualidad, Juntamás Plástico está produciendo más de 800 productos diferentes, sostiene un importante nivel de ventas, y analiza la posibilidad de poder empezar a exportar por primera vez.
La Pyme villamariense fabrica juntas selladoras para cañerías, además de accesorios para servicios de agua y canastos plásticos. Recientemente ha incorporado una nueva inyectora de 438 toneladas.
“Viene a sumarse a una similar que es la que estaba siendo más castigada por la cantidad de producción, así que se suma esta nueva inyectora a hacer ese trabajo también”, explicó Víctor Pévere, titular de la firma, sobre lo que motivó la importante inversión.
“Estamos continuamente fabricando productos nuevos. Tenemos el adecuado para arreglar cualquier problema que se puede presentar en cañerías desde 17 mm a 630 mm”, apuntó, al tiempo que mostró detalladamente algunos de los tantos elementos que fabrican.
Si bien aclaró que hacer un análisis con optimismo del momento que atraviesa su compañía, en este contexto de pandemia “no es lo correcto”, confesó que “actualmente estamos desbordados de la cantidad de trabajo que tenemos, porque estamos relacionados a algo tan vital como es el agua”.
Pévere, explicó que, tras sortear algunos inconvenientes con proveedores de materia prima, rápidamente pudieron seguir atendiendo las demandas de clientes. En ese punto, cuando se lo consulta sobre los planes a futuro de Juntamás, es cauto al considerar que “en este país no sabes si te conviene agrandarte o mantenerte como estás” porque “los empresarios estamos padeciendo de una falta de arenga motivadora que nos llegue y nos haga tener la mentalidad de seguir incorporando puestos de trabajo, por ejemplo”.
“No tenemos ese tipo de motivación por parte del estado, la única motivación que tenemos nosotros es que el cliente cada vez exige más, y por eso nos fortalecemos en máquinas y personas, la misma demanda te lleva a eso”, insistió.
En ese sentido, recientemente han incorporado nuevos trabajadores, llegando a unos 25 empleados que se desempeñan en las instalaciones ubicadas en el predio de 7 mil m2.
Además, en el último tiempo levantaron un nuevo espacio destinado exclusivamente a generar stock, para poder acortar los tiempos de entrega. Planean, a su vez, incorporar brazos robóticos en la línea de producción para poder hacer más ágil el trabajo. “Nunca nos quedamos quietos”, resumió sobre la filosofía que mantienen.
La demanda de sus productos, resaltó Pévere, está siendo desde diferentes puntos del país, con clientes nuevos o con quienes ya trabajaban, pero que ahora compran más cantidades. “Incluso nos están queriendo comprar desde Paraguay y Uruguay. Todavía no exportamos porque nos sentimos que somos demasiado pequeños para querer abrirnos al mercado internacional, pero la demanda está”, reconoció.
Finalmente, el titular de la empresa que produce unas 2500 piezas diarias se refirió a qué es lo que más complica al empresariado en este contexto: “Las presiones impositivas te tienen bastante asfixiado. El tema de EPEC también, por ejemplo, si te pasas de la carga que tenés pedida te multan, y la otra vez nos llegó una factura con una multa porque no usamos la carga que pedimos, estamos hablando en plena pandemia y con la fábrica cerrada… En argentina hay que ser como Maradona para poder gambetear los obstáculos que se te van presentando, por crisis y muchas otras cosas”.