Desde una pequeña fábrica en Yucat, nacen quesos únicos que no se producen en ningún lugar del país. Llegan a Villa María para su envasado y distribución, y se reparten actualmente a más de 100 puntos de ventas a lo largo y ancho de la geografía argentina.
Fruit de Lait es la empresa de Diego Acosta y Gastón Bertone que nació hace siete años y que poco a poco consiguió insertar en el mercado productos que podrían definirse como gourmet, distintos a los que estamos acostumbrados a ver en nuestra cuenca láctea.
Desde hace meses, la demanda que tienen supera ampliamente su capacidad de producción, que se ve limitada por el delicado proceso artesanal con el que se lleva a cabo. Elaboran y venden quesos tipo Farcell, Labneh, Danés, Brie, Tetilla, Chevrotín, Casciotta, Ghee, entre otros.
“La idea es diferenciarse, desde la imagen hasta la calidad. Encaramos otro nicho, haciendo productos que no estaban en el mercado actual”, resaltó Acosta, quien recordó que hace unos siete años renunció a su trabajo en la fábrica de quesos especiales de Arroyo Cabral para iniciar su propio camino.
“Incursionamos en un mercado con la idea del nicho español, vimos que no estaba atendido eso, y viendo que hay una gran cantidad de inmigrantes y descendientes, tratamos de hacer productos para ese mercado”, puntualizó.
No fue casualidad haber apuntado a ese tipo de productos. Recibido como Técnico Lácteo en Funesil, y tras cuatro años de Ingeniería en Alimentos, en 2003 se fue a vivir a España y trabajó, cerca de Barcelona, en una quesería artesanal. “De allá vine con algunas ideas, fui probando, después de muchos años pasó esto”, rememoró.
Crecimiento exponencial
Los primeros pasos de Fruit de Lait fueron con una tina de 300 litros en Sanabria, elaborando una vez por semana. “El primer tiempo fue duro y viendo como meter el producto en el mercado”, confesó Diego.
De a poco, comenzaron a elaborar dos veces a la semana, luego día por medio hasta empezar a trabajar todos los días. La demanda, lentamente, fue creciendo y se instalaron con dos tinas más de mil litros en Yucat.
Siempre apuntando a la venta directa, sin intermediarios, “para que no se encarezca tanto el precio al público”. Al principio, yendo a muchos lugares a ofrecer sus productos y apuntando especialmente a Buenos Aires porque “si entrás en algún lugar grande, se empiezan a abrir otras puertas”.
El crecimiento paulatino se vio positivamente afectado en 2019, cuando su Farcell resultó ganador del Concurso Provincial de Quesos que organiza el gobierno de Córdoba. “Eso nos ayudó bastante, podría decir que fue un despegue, porque gracias al premio conseguimos ir a algunos eventos y ferias”, enfatizó quien tiene a cargo el área de producción.
Sin embargo, dicha curva ascendente se cortó durante la pandemia. “Hubo dos semanas en los que directamente tuvimos que frenar la producción porque no se vendió nada de nada”, confió.
De todas formas, experimentaron luego un pico de ventas que, desde entonces, nunca mermó. En ese sentido, reveló que “nosotros tenemos fechas que son fuertes, como Navidad, Día del Padre, porque nuestros productos van como regalo, caja empresarial, son productos que se usan mucho para agasajar”.
En el Día del Padre en 2020 fue cuando la cantidad de pedidos se empezó a reactivar “pero desde ese momento las ventas no bajaron más, llevamos casi dos años creciendo”.
Para graficar este crecimiento, es importante destacar que hoy tienen más de 100 clientes a quienes venden directamente de fábrica a sus negocios en Tierra del Fuego, Salta, Mendoza, Tucumán, Corrientes, entre otros tantos lugares.
Incluso, contaron que hace dos años tenían 2 pedidos semanales y hoy tienen más de 30. Por ejemplo, solo de Farcell tienen 3000 unidades encargadas, pero es un queso que se hace a mano, mediante un torniquete con lienzo, por lo que no se elaboran más de 50 por día y no diariamente.
“Es muy artesanal y manual la producción, es muy lerdo el proceso, totalmente alejado de la automatización. Pero bueno, eso es lo que le da la diferencia”, reflexionó Diego.
Los objetivos de Fruit de Lait son seguir ampliando el abanico de productos y también el volumen de producción, aclarando que nunca dejará de ser artesanal.
¿Cómo se consigue empezar de cero y llegar a este excelente presente? “Perseverancia, constancia. Ganas. Esto nació preguntándome por qué no puedo hacer eso, sí otros pueden. Había una motivación de superación. Y entre las dos partes, con Gastón, le ponemos mucha fuerza para ir mejorando diariamente”, cerró.