Hubo diversos factores que, según el corredor inmobiliario Bernardo Pedraza, hicieron del 2020 un año complicado para el sector. Claro, la pandemia jugó un papel preponderante, pero apuntó especialmente a la nueva Ley de Alquileres, que comenzó a regir desde el 1 de julio del año pasado.

“Fue de las causas que no ayudó a que el mercado tenga una dinámica más propicia”, planteó el titular de la inmobiliaria B.M. Pedraza.

No dudó en expresar que la normativa “ha hecho un daño tremendo a la coyuntura del mercado” argumentando que “no solamente ha dañado la figura en lo que respecta a la rentabilidad del inmueble, no solo dañó al propietario, sino también al inquilino”.

“Lo estamos viendo y viviendo cuando vienen las renovaciones contractuales, en los valores que se están manejando para tratar de cubrirse de la depreciación de la moneda. Cuando uno quiere seguir una ley que está gestada de forma equívoca, que no fue analizada como corresponde, y los actores que la han conformado no han sido los que corresponden, se ven las consecuencias”, consideró.

La demanda habitacional triplica la oferta

Bernardo Pedraza se refirió a la realidad que existe hoy en la ciudad en relación a la demanda habitacional en cuanto a viviendas, la cual triplica la oferta que tiene el mercado inmobiliario a disposición. “Esto hace que el escenario sea aún más complejo. Si es para venta, el que quiera comprar una casa puede elegir porque hay de todos los gustos, pero para alquilar no”, expuso.

¿Qué espera del 2021?

En relación a qué esperan del año en curso, “Nano” Pedraza confesó que “siempre pensamos que el escenario va a ser muy propicio y somos muy optimistas, pero no podemos desconocer los antecedentes económicos que está viviendo el país, y eso hace muy difícil y dificulta una proyección en el tiempo, es decir, lo único que tenemos es esperanza”.

“En proyecciones de negocios, está compleja la situación. Uno piensa en generar productos para el mercado. Pero, ¿cuál va a ser el mercado demandante? Generamos loteos, bueno, a qué precio, a quién se los vendemos, cuál será el mercado tomador, con qué tasa de interés se va a poder financiar y quién lo financiará”, planteó como interrogantes que debe abordar el sector.

De todas formas, pensando en los factores que permitan augurar un buen año en el mercado inmobiliario, el profesional hizo hincapié en que “en materia de negocios, hoy es un momento muy propicio para el inversionista que tiene disponibilidad de dinero físico, porque es un momento histórico donde los valores de las propiedades han bajado a niveles que no se daban hace décadas”.

En relación a esto, opinó que “hay cosas que evidentemente están fuera de foco, hay una desproporción, como es el valor de un vehículo cero kilómetro, una camioneta, con lo que cuesta un departamento, es prácticamente el mismo”.

Qué esto esté sucediendo, argumentó, es un indicador de que “algo no está bien y no está funcionando bien la economía”. “Esto está dando pie a aprovechar el momento a que aquellas personas que han venido ahorrando hace tiempo y quieran hacerse de una propiedad, pero no para tener una renta porque otra de las consecuencias que dejó el 2020 es la baja en la rentabilidad de los inmuebles”, cerró Pedraza, quien hizo referencia a que la merma en valores históricos en dólares de las propiedades cayó un 45%.