Córdoba reunió a los actores más importantes de la cadena agroindustrial del trigo en la 41º Asamblea Latinoamericano de Industriales Molineros (ALIM).
El evento fue organizado por la Federación Argentina de la Industria Molinera y recibió a unos 500 asistentes.
La asociación empresaria reúne a los molinos de trigo que desarrollan su actividad en todo el ámbito de la República Argentina.
Convocaron a los responsables de producir harinas con destino a las industrias elaboradoras de pan artesanal y de molde, fideos, galletitas fraccionadas en envases para consumo hogareño y otros productos alimenticios.
Cabe recordar que se eligió Córdoba como sede por su característica mediterránea y por su historia en la molinería con su primer molino hidráulico.
Además, por ser la sede de TRIGAR en 2019, donde se convocó a la cadena triguera del país y del mundo.
Córdoba es la segunda provincia productora de granos de trigo y de harina del país, detrás de Buenos Aires.
La molinería argentina tiene una rica historia en nuestro territorio nacional, siendo una de las primeras industrias y una de la más federal por su distribución, habiendo permitido el desarrollo del interior a través del cultivo de trigo y su primera transformación.
“Argentina tiene todo el potencial para proveer trigo en cantidad y calidad al mundo, y en este marco Córdoba podría liderar el esquema de las provincias productoras”, dijo el ministro de Agricultura y Ganadería de Córdoba, Sergio Busso.
“Para los cordobeses el trigo y la industria molinera poseen una importancia estratégica en las acciones tendientes al desarrollo sostenible. Alimentando el futuro, este eslogan del congreso es en lo que estamos trabajando y es lo que siempre vamos a defender, desde una mirada federal”, puntualizó.