Las ventas por el Día de la Madre 2025 registraron una caída del 3,5% interanual en los comercios minoristas pymes, medidas a precios constantes.
Es el cuarto descenso consecutivo para esta fecha, que sigue perdiendo fuerza como motor del consumo.
El ticket promedio fue de $37.124, un 9,8% más que en 2024. Sin embargo, al ajustar por inflación, la variación real fue negativa en 16,7%. Las familias destinaron menos dinero que el año pasado, incluso con promociones y cuotas sin interés.
El 83,5% de los comercios ofreció descuentos, reintegros bancarios y financiación, pero las ventas no repuntaron en términos reales. Los consumidores priorizaron productos de menor valor y compras más planificadas.
Un consumo contenido
El 41,7% de los locales dijo haber vendido lo esperado. Un 35% tuvo resultados por debajo de lo previsto y apenas un 23% logró superar sus proyecciones. El balance fue moderado, sin grandes sorpresas ni repuntes.
El resultado refleja un contexto de consumo prudente, en el que los hogares ajustan sus gastos y eligen con más cuidado qué comprar.
Rubros con comportamientos distintos
A precios constantes, solo un rubro cerró en alza: Electrodomésticos, artefactos del hogar y equipos de audio y video, con una suba del 0,6% interanual. El sector se benefició por la buena disponibilidad de productos, ofertas agresivas y el impacto del bono provincial, que reforzó el poder de compra.
En contraste, Librería fue el rubro más golpeado, con una baja del 6,3%. También retrocedieron Cosmética y perfumería (-5,6%), Indumentaria (-3,3%) y Equipos periféricos, accesorios y celulares (-3,2%). El rubro Calzado y marroquinería se mantuvo casi estable, con una caída de apenas 1,9%.
Promociones que sostienen ventas, pero no rentabilidad
Los comercios apostaron a descuentos, cuotas y reintegros, pero a costa de la rentabilidad. Muchos coincidieron en que “las ventas se movieron, pero las ganancias fueron mínimas”.
En calzado y marroquinería, el Día de la Madre generó algo de movimiento. Sin embargo, el público se enfocó en precios y productos de menor valor. “No hay plata”, resumieron los comerciantes, describiendo un consumo prudente y racional.
En cosmética y perfumería, el clima ayudó y hubo más gente en las calles, pero ni las promociones ni la financiación lograron compensar los márgenes ajustados. El sector cerró con ventas discretas y ganancias reducidas.
En indumentaria, las ventas fueron “aceptables”, aunque sin revertir la caída de los meses previos. Hubo ruletas de descuentos, sorteos y reintegros bancarios, pero la mayoría de las operaciones se concentró en prendas de menor valor. Las acciones sirvieron para mover stock, pero no para mejorar la rentabilidad.
En celulares y accesorios, la baja se moderó respecto de 2024. Predominaron las compras de artículos pequeños —como auriculares o cargadores—, con plazos de financiación más cortos.
Una fecha que no logra revertir la tendencia
El Día de la Madre volvió a mostrar una demanda medida y selectiva. El gasto fue más racional, con consumidores que comparan precios y limitan sus compras incluso en fechas tradicionales.
El consumo minorista continúa condicionado por la pérdida de poder adquisitivo. Y aunque las promociones ayudaron a mantener el movimiento, no alcanzaron para reactivar el consumo real.
La fecha funcionó como un alivio temporal, pero no como un impulso sostenido. El desafío para el comercio pyme sigue siendo recomponer el poder de compra y sostener la rentabilidad en un escenario de ingresos ajustados.