Integrantes de las cohortes 2022, 2023 y 2024 de la Incubadora de Emprendimientos de AERCA y de la Universidad Nacional de Villa María se reunieron en un networking.

Unos 50 emprendedores y mentores de Villa María se dieron cita en la jornada que comenzó con una apertura de autoridades, entre ellas la coordinadora de la Incubadora por AERCA, Valeria Cismondi; la titular del Instituto de Extensión de la UNVM, Gabriela Redondo y el director de transferencia científico-tecnológica de la UNVM, Darío Poncio.

Al terminar, los presentes escucharon el testimonio del CEO y co-fundador de Afront Digital, Francisco Marinaro.

En la charla, Marinaro comentó que realizó su proceso de incubación en Israel y ahora es un empresario reconocido en el rubro.

Asimismo, comentó su experiencia personal en torno al emprendimiento, cómo éste fue creciendo y tips que utilizó para lograrlo, como levantar fondos de inversión.

Esta instancia fue considerada enriquecedora por los presentes, quienes participaron activamente haciéndole preguntas.

“La clave de un emprendimiento es hacer algo para alguien que esté desesperado por adquirirlo o tener ese servicio inicialmente pensado para un pequeño grupo pero que permita tener una escalabilidad para luego llegar a muchas más personas”, aseveró.

A su vez, tanto mentores como emprendedores partíciparon de una dinámica activa, distribuyéndose en función de números que les fueron entregados en el momento.

El intercambio consistió en compartir cuales fueron los desafíos este año, aquellas situaciones que les preocupaban. Entre todos propusieron una en común, para abordarla y encontrar soluciones alternativas.

Para finalizar, realizaron un intercambio de base de datos, para la actualización y para que los presentes puedan tejer redes entre ellos. Las autoridades presentes confirmaron que están trabajando para repetirlo a fin de año.

“Una fuerza productiva”

Sobre el evento, la coordinadora de la Incubadora por AERCA explicó: “Esta jornada se trata de encuentro, de networking y relaciones mutuas porque en este camino que estamos recorriendo todos, este espacio nos motiva, nos da fuerza para seguir, para saber que hay mucha gente que está atravesando lo mismo que nosotros”.

Agregó que, también, es necesario que los emprendedores se reconozcan a sí mismos como “una fuerza productiva muy importante para el país”.

“Las incubadoras no son solamente una ayuda para emprendedores, sino que a nivel nacional e internacional son tomadas como una fuerza productiva porque que a un emprendimiento le vaya bien significa que se crean mínimo 4 puestos de trabajo”, precisó. 

Por su parte, la titular del Instituto de Extensión de la UNVM manifestó que celebran estos espacios de encuentro donde se genera comunidad.

Destacó que la construcción de conocimiento es importante pero que, desde su punto de vista, lo más importante es la creación de comunidad y lo que puede lograrse desde la incubadora.

“La ayuda mutua me parece tan interesante para el desarrollo no solo de nuestra ciudad sino también de nuestro país”, alegó. 

En torno al encuentro y el trabajo que realizan AERCA y la UNVM dentro de la incubadora, el director de transferencia científico-tecnológica de la UNVM sostuvo que reencontrarse los emprendedores y mentores de diferentes cohortes fue una “asignatura pendiente”.

En este marco, consideró que la labor del emprendedor “en muchos casos es en soledad” a la hora de resolver y afrontar diferentes dificultades, por ende, “el hecho de juntarse dentro del ecosistema emprendedor, siempre ayuda. Porque a veces la problemática es común a todos”.

En este sentido, y en concordancia de la labor de la incubadora en fortalecer lazos y vínculos dentro del ecosistema emprendedor, mencionó: “A partir del trabajo conjunto que empezamos a hacer entre el Instituto de Extensión de la UNVM y AERCA los resultados fueron creciendo. El primer año fueron 15, el segundo 20 y para este año fueron 50 los emprendimientos inscriptos”, cerro.