La Cooperativa de Obras y Servicios Públicos de Río Tercero Ltda. inauguró el pasado 5 de diciembre su Parque Solar Fotovoltaico, el más grande de la Argentina bajo gestión cooperativa, consolidando un paso clave en la transición energética de Córdoba y posicionando a la ciudad como referente regional en energías renovables.
El proyecto cuenta con más de 3.000 paneles solares bifaciales, instalados sobre un predio de 2,4 hectáreas en la zona norte de la ciudad, propiedad de la propia cooperativa. Con una capacidad de generación de 2,12 megavatios (MW), el parque permite cubrir hasta el 8% de la demanda energética local.
Una decisión estratégica con impacto productivo
La iniciativa surgió a partir de una visión estratégica de la cooperativa, presidida por Luciano Badino y gerenciada por Roberto Aliciardi, orientada a reducir la dependencia de combustibles fósiles, optimizar costos operativos y fortalecer la sustentabilidad del sistema eléctrico local.
La obra fue adjudicada en enero por un monto cercano a los 1.000 millones de pesos y ejecutada por la empresa Tecnored, especializada en soluciones fotovoltaicas. El proyecto originalmente contemplaba una potencia de 1 MW, pero fue ampliado gracias a financiamiento recuperable, incorporando tecnología bifacial que incrementa la eficiencia entre 20% y 30% respecto de paneles tradicionales.
Tecnología de última generación
Además de los paneles bifaciales, el parque integra inversores avanzados y un sistema de monitoreo inteligente con cámaras térmicas e infrarrojas, conectado a un edificio de control que también alberga un laboratorio de agua y una sala de cloración, fortaleciendo la infraestructura multifuncional de la cooperativa.
Este esquema permite optimizar la operación, anticipar fallas y garantizar un rendimiento sostenido del sistema a lo largo del tiempo.
Desde el punto de vista ambiental, el impacto es de largo plazo. El parque generará energía limpia durante al menos 30 años, evitando la emisión de miles de toneladas de CO₂ al año al reemplazar fuentes no renovables.
En un contexto donde las energías renovables representan apenas el 12% de la matriz energética nacional, esta iniciativa se alinea con el Plan Apolo de Córdoba, que proyecta alcanzar 800 MW solares para 2030. A nivel local, reduce la contaminación en una ciudad con fuerte impronta industrial y reutiliza terrenos baldíos sin afectar ecosistemas sensibles, favoreciendo incluso la biodiversidad.
Impacto económico y empleo local
Los beneficios económicos son inmediatos. La generación destinada al autoconsumo se traduce en un ahorro significativo en la factura eléctrica que la cooperativa paga a proveedores nacionales, estimado en cientos de miles de pesos anuales.
Con costos de mantenimiento que rondan apenas el 1% de la inversión inicial, el retorno de la inversión se proyecta en menos de siete años. Además, el proyecto generó empleo local, con un equipo de 10 especialistas en operación y mantenimiento, capacitados en el lugar, impulsando la formación en oficios verdes.
Para la comunidad de aproximadamente 25.000 habitantes, el parque significa mayor estabilidad tarifaria y menor exposición a la volatilidad energética global, en línea con el modelo cooperativo, que prioriza el beneficio colectivo por sobre el lucro privado.
Educación, comunidad y desafíos
Durante la inauguración, que incluyó talleres educativos y actividades de observación de aves, Badino destacó el valor social del proyecto: “Es un orgullo ver cómo nuestra cooperativa transforma el sol en progreso para todos”.
No obstante, un episodio de vandalismo ocurrido en septiembre puso en evidencia la necesidad de profundizar la concientización comunitaria sobre la protección de este tipo de infraestructuras, especialmente por su cercanía a zonas residenciales.
Proyección y expansión futura
Mirando hacia adelante, la cooperativa ya planifica una nueva etapa de expansión. Sobre un total de 50 hectáreas disponibles, se evalúa adquirir terrenos adyacentes para duplicar la capacidad instalada, incorporar baterías de almacenamiento y, a futuro, explorar soluciones de hidrógeno verde.
Este crecimiento permitiría elevar la cobertura hasta el 15% de la demanda urbana e incluso inyectar excedentes a la red nacional, generando ingresos adicionales. En un país donde las cooperativas abastecen cerca del 20% de la electricidad, el caso de Río Tercero se proyecta como un modelo replicable, inclusivo y resiliente, que demuestra que la energía limpia es viable desde las bases comunitarias.







