La Subsecretaria de Economía del Conocimiento de la Nación, María Apólito, estuvo en Villa María participando del cierre de la iniciativa “Argentina Programa”.

En ese marco, se entregaron a más de 50 jóvenes una tarjeta para acceder a la compra de notebooks que les permitan ejercer la labor para la que se capacitaron.

En el auditorio de la Universidad Tecnológica Nacional, le confió a Mundo Empresas que “desde hace casi dos años, se están creando alrededor de 1200 empleos por mes solo en lo que se refiere al software”.

“Eso es una muy buena noticia para el país. Porque, además, es una industria exportadora, donde todo su empleo es empleo formal, y de mucho interés para los más jóvenes”, resaltó.

A su vez, la funcionaria nacional ponderó que “a todo esto hay que sumarle otras áreas de la Economía del Conocimiento, como la biotecnología, que también está en pleno empleo, o la industria satelital”.

Una buena noticia

Hace algunos años, la tarea pasaba por advertir o concientizar a los más jóvenes que elegir formarse en cuestiones vinculadas a la economía del conocimiento era el camino hacia una salida laboral inmediata.

Actualmente, indicó Apólito, “los jóvenes ya se han dado cuenta”. Puede dar fe de esto con una experiencia puntual.

“Para el Argentina Programa, en una prueba piloto, pensábamos que iba a haber unos 4000 inscriptos, pero se inscribieron 150 mil. Y en la inscripción posterior, 730 mil”, recordó.

De esta forma, “nos da la pauta de que hoy todos quieren aprender a programar, ya no hay que salir a motivar, sino que quedó en claro que la transformación digital llegó para quedarse”.

Incluso, se han abierto muchas puertas que años atrás estaban cerradas. “Porque hoy cualquier Pyme de cualquier sector si quiere encarar una transformación digital, y ser más competitiva, necesita al menos un desarrollador o programador en su equipo”, subrayó.

“Para el país es una buena noticia. Porque se generan empleos de calidad, registrados, con salarios que están muy por encima de la media”, acotó.

Freelancers

Son muchos los que eligen y logran trabajar desde su casa, en nuestro país, pero para una empresa extranjera.

Con esta modalidad, consideró Apólito, se está primarizando las horas de desarrollo: “Esto quiere decir que quienes trabajan con esta modalidad desarrollan para una empresa en el extranjero y capaz una pyme argentina tiene que comprar después una licencia de un desarrollo que fue hecha por argentinos, que estudiaron en una universidad pública, o que salieron de Argentina Programa, que es el esfuerzo de todos los que pagamos impuestos”.

“Esta modalidad, en algún punto, como país no nos conviene. Es válido, pero de manera institucional diría que no es modelo que más le conviene al país”, cerró.