De elaborar su propia cerveza a modo de hobbie en un departamento, a apostar por el negocio propio y la constitución de una fábrica. Así fue la evolución de Manjula Cervecería que hoy busca llegar a los negocios de Villa María a través de distintas variedades de cerveza artesanal.
Se trata del proyecto de Belén Corvalán y Melisa Baumann, quienes se conocieron mientras estudiaban Ingeniería Química en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).
Precisamente, esa amistad fue mutando y hoy en día son socias que ya comercializan su propia Amber Lager y buscan lanzar al mercado antes de fin de año dos estilos más.
Un camino “vertiginoso”
“Nos gusta tomar cerveza”, dijeron las emprendedoras y comentaron que el paso del hobby al mundo de los negocios fue “vertiginoso”.
En ese sentido, Corvalán mencionó: “No lo pensamos mucho, fue un impulso mancomunado y situaciones de la vida se fueron acomodando para apostar por Manjula”.
Melisa y Belén se iniciaron en el rubro de la cervecería artesanal en el 2018, y en 2023 conformaron su propia fábrica que funciona en Ramiro Suárez 30.
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Cuatro meses después, comenzaron la comercialización de sus productos y su primera aparición en el mercado fue a través de una “barra móvil”.
“Quisimos hacer una barra para tener en la fábrica y quien se quisiera llegar pudiera probar nuestros productos, pero después nos dimos cuenta que era una buena salida y empezamos a ir con nuestra barra a pueblos y diferentes ferias”, contó Melisa y añadió: “A la gente le gusta porque es algo distinto, estás en contacto directo con el consumidor y tenés un ida y vuelta mucho más enriquecedor”.
A su vez, Belén precisó: “Como cualquier empresario, nosotras buscamos ampliar nuestro mercado y lograr cierta cantidad de ventas, la barra móvil nos permitió salir de Villa María y expandirnos”.
Cabe mencionar que, además de la barra móvil, Corvalán y Baumann comercializan su cerveza mediante growlers (en Ramiro Suarez 30) y se encuentran trabajando en productos enlatados.
“Estamos avanzando en packaging y etiquetas, todo con el estilo y la impronta de Manjula”, destacó Melisa.
Las emprendedoras apuntan a comercializar su producción en distintos negocios locales: “La idea a futuro es que la gente pueda encontrar una lata de cerveza Manjula en góndolas o quioscos de cercanía, siempre con el mismo sabor y calidad”.
A prueba y error
Tras consultarles por la producción de la cerveza, las emprendedoras comentaron que “todo es de manera autodidacta”. “Vamos cocinando, probando y también haciéndole probar a familiares y amigos que se ofrecen y nos dan un ida y vuelta”, relató Corvalán.
En la misma línea, Baumann comentó que “muchos colegas no dan su opinión”. “Solemos consultarles a quienes tienen mucha más trayectoria que nosotras, somos una comunidad en la que hay mucha ayuda y eso nos permite seguir creciendo”, afirmó.
“Tener el apoyo de familiares y conocidos es gratificante porque no fue todo tan fácil, emprendimos en una época muy crítica donde mucha gente nos decía que no era el momento. Pero seguimos porque tuvimos el apoyo, la convicción y las ganas de seguir porque en Argentina nunca va a ser el momento, siempre hay algo”, sentenció Belén.
En ese marco, las emprendedoras distinguieron: “Es muy importante para nosotras agradecer a todos los que nos dieron una mano para que hoy estemos acá”.
Precisamente, detallaron: “En este tiempo, hemos recibido comentarios muy positivos, también fue un proceso de conocernos a nosotras mismas porque fue todo a prueba y error, a pulmón y preguntando a quienes nos podían asesorar”.
“Nuestro objetivo es posicionar a la marca, que la gente pruebe la cerveza Manjula y noté que apostamos a la calidad del producto, logrando así la fidelización de cada cliente”, concluyeron Belén y Melisa.
“Una comunidad de emprendedores”
El progreso de la marca en nuevos estilos y formas de presentación del producto, va de la mano con la participación de Manjula en el programa provincial Incubacor en su edición de este año.
Al respecto, las villamarienses expresaron: “Incubacor nos brinda muchas herramientas para capacitarnos, potenciarnos como emprendimiento y generar vínculos con una misma comunidad, no de cerveceros sino una comunidad de emprendedores”.
“En el programa estamos todos en la misma sintonía, realizando métodos de prueba, lanzamiento o escalar a un mayor nivel y el hecho de que nos den herramientas y mentorías nos aporta mucho en el camino emprendedor”, indicó Belén.
