A sus 22 años, Francisco Montechiari, estudiante de último año de la carrera de Administración Rural en la UTN Facultad Regional Villa María, está en las puertas de convertir su proyecto de tesis en una solución innovadora para los productores de la región.

Oriundo de Monte Maíz, se interesó por el Forraje Verde Hidropónico, un sistema de producción alternativo que podría transformar la manera en que los ganaderos complementan la alimentación de sus animales.

Todo comenzó a mediados de 2023, cuando Francisco debía definir el tema de su trabajo final.

“Después de investigar diferentes temas, me encontré con el Forraje Verde Hidropónico. Buscaba un problema o una necesidad insatisfecha en el ámbito rural. Y esto me pareció innovador, y puede solucionar –por ejemplo- problemas de salud del animal”, confió.

Para el desarrollo de su tesis, realizó una profunda investigación, participó de charlas y cursos. Además, tomó contacto con un veterinario para validar el producto, recibiendo devoluciones positivas: “Aporta mucha vitamina A, E y D que le da fertilidad a la vaca, me confirmó”.

Este sistema tiene ventajas claves, comentó Francisco, y “es una alternativa altamente efectiva, donde producís con uniformidad, calidad y cantidad durante todo el año”.

Destacó que uno de los mayores beneficios del forraje verde hidropónico es que es un producto fresco con alta digestibilidad para los animales, “que le brinda un buen desarrollo del sistema digestivo a los animales, no solo a las vacas”.

“Esto, convirtiéndolo en un producto suplementario ideal que se adapta al animal brindando una palatabilidad única para su buena digestión y mejoramiento de su rumen”.

Montechiari hizo especial hincapié en que el forraje verde hidropónico es una alternativa suplementaria y no un reemplazo para el sistema tradicional.

“Es una opción que ofrece calidad y cantidad uniforme durante todo el año y ayuda a los productores a no depender de las condiciones climáticas. Además, se puede adaptar a diferentes necesidades, ya sea para vacas, ovejas o gallinas”, señaló.

El sistema permite producir biomasa vegetal sin la utilización de suelo ni fertilizantes.

Junto con el desarrollo teórico de sus tesis, la cual debe rendir a fines de año, también puso manos a la obra desde la práctica.

Por un lado, produciendo forraje verde hidropónico en su casa, con excelentes resultados. Y, por el otro, tomando un establecimiento de Villa María para llevar a cabo relevamientos, análisis de variables y todo lo necesario para ejecutar el proyecto.

De la tesis a un modelo de negocio

Francisco encontró en esta investigación para su tesis, un modelo de negocio que se plantea continuar desarrollando.

En ese camino, el joven emprendedor ya ha tenido contactos con productores que ven con buenos ojos esta solución e incluso “un productor que quiere criar ovejas, va a comenzar a aplicar el sistema y estuvimos hablando del tema”.

El próximo paso del joven, será seguir perfeccionando su tesis y continuar con la implementación práctica del sistema.

“El día de mañana me gustaría llevar esta idea a más productores y ofrecerles una alternativa, hacerles un relevamiento, ver cómo se podría desarrollar un sistema en cada establecimiento para tener una oferta forrajera estable durante todo el año, con calidad y cantidad”, concluye.

Ventajas

• Producto suplementario
• Producto fresco con alta digestibilidad
• Producto alternativo
• Centrado en las ideas del productor y en el rumen de la vaca