La Universidad Nacional de Villa María (UNVM) avanza en una investigación aplicada para desarrollar alimentos funcionales a partir de subproductos de la industria alimentaria.
En el Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas, un equipo de investigadores trabaja con levaduras y bacterias extraídas del lactosuero para la producción de yogures con beneficios para la salud.
Desde el Instituto Multidisciplinario de Investigación y Transferencia Agroalimentaria y Biotecnológica (IMITAB), llevan adelante ensayos experimentales para incorporar estos microorganismos en matrices alimentarias.
El biotecnólogo Abraham Sesín, recientemente incorporado al equipo a través del Conicet, destaca el carácter «triple impacto» del proyecto: “Tomamos el lactosuero, que para los productores es un desecho, y lo transformamos en un ingrediente funcional de fácil incorporación para la industria, beneficiando al consumidor con un alimento nutritivo y saludable”.
El objetivo es desarrollar yogures enriquecidos con probióticos y posbióticos que brinden beneficios como efectos antioxidantes, antimicrobianos y fortalecimiento del sistema inmunológico.
Para su incorporación sin alterar las propiedades del alimento, se emplea la microencapsulación, una técnica que protege los microorganismos y mejora su estabilidad en el producto final.
A diferencia de otros alimentos funcionales disponibles en el mercado, este proyecto se enfoca en cepas de levaduras y bacterias obtenidas del lactosuero.
Según Sesín, las levaduras han demostrado un gran potencial en este tipo de aplicaciones, con mejores tasas de supervivencia y adaptación al organismo.
“El consumidor actual busca productos más saludables y sostenibles. Con este desarrollo, generamos valor a partir de un subproducto, promovemos innovación en la industria y ofrecemos alimentos con beneficios comprobados para la salud”, concluyó el investigador.