El mercado de alquileres en Córdoba atraviesa un momento de fuerte presión.
Así lo muestran los últimos informes del Centro de Estadísticas Inmobiliarias (CEI) del Colegio Profesional de Inmobiliarios de Córdoba (CPI), que revelan incrementos acelerados, contratos más rígidos y una capacidad de pago cada vez más ajustada por parte de familias y comercios.
Un mercado que se recalienta
Si bien el sector formal refleja mayor estabilidad y contratos más previsibles, la realidad es que los precios de los alquileres, los ajustes por inflación y la actualización trimestral están llevando al límite a muchos inquilinos.
Los datos del Monitor de Actividad Inmobiliaria (octubre 2025) muestran aumentos significativos en los nuevos contratos: 22,9% en departamentos, 46,5% en casas y hasta 66,7% en locales comerciales respecto del valor previo.
La mayoría de los acuerdos ya se actualiza mediante IPC, alcanzando el 81,1% en viviendas y el 53,4% en comercios, con ajustes cada tres meses.
El esfuerzo de pago se dispara
Aunque el nivel de cumplimiento sigue siendo elevado —96,3% de los inquilinos habitacionales y 92,1% de los comerciales pagaron en término—, la tendencia es preocupante.
Los niveles de vacancia subieron a 8,3% en viviendas y 4,8% en comercios, y ambos segmentos muestran aumentos mensuales. Para el CPI, esto refleja que la demanda está perdiendo capacidad para absorber la oferta disponible.
“En la práctica, los alquileres suben más rápido de lo que mejoran los ingresos. El esfuerzo mensual de pago es cada vez más alto”, señalan desde el sector.
El IPC desplazó al ICL
Los informes del CEI-CPI confirman que el IPC reemplazó definitivamente al ICL como índice de ajuste. Esto permite mayor previsibilidad, pero no neutraliza el impacto económico de la inflación.
“El principal problema hoy no es la falta de oferta, sino la pérdida de capacidad de pago”, afirmó Lucas Péndola, presidente del CPI, quien destacó que los contratos de 24 meses ya son la modalidad predominante en todos los segmentos.
“El mercado busca equilibrio, pero el bolsillo no acompaña”
Para Péndola, el mercado inmobiliario muestra señales de ordenamiento, pero la coyuntura macroeconómica impide una normalización plena.
“Los contratos se formalizan y los mecanismos se transparentan, pero el bolsillo de los inquilinos —familiares o comerciales— está al límite”, sostuvo.
El CPI insiste en que contar con datos reales es clave para decisiones informadas: “Nuestro objetivo es aportar información precisa para que las políticas públicas y las decisiones privadas no se basen en intuiciones”.







