“Validamos la idea, pasó un año de crecimiento sostenido, aumentamos en cantidad de clientes, mejoramos productos y servicios, por lo que ahora, en este momento, nos sentimos listas para expandirnos”.
La afirmación pertenece a Carolina Daniel, una de las tres jóvenes emprendedoras detrás de Cristal, una marca villamariense que ofrece productos de gemoterapia, es decir, objetos hechos con piedras naturales para la salud, el bienestar y la estética.
Son tres amigas que en 2020 decidieron iniciar el proyecto juntas y que, por allá en mayo, lanzaron definitivamente su emprendimiento. Tras un año de ventas online por su plataforma de e-commerce y a través de los cuatro puntos de ventas que tienen hoy, Carolina, Rebeca González y Eliana Magnone, están en búsqueda de una inversión para dar un paso hacia adelante en su modelo de negocio.
“Tenemos objetivos de crecimiento, necesitamos una inversión que no es muy grande, o quizás algún préstamo o posibilidad de financiamiento, para poder lograrlo. Tuvimos toda esta etapa de crecimiento sostenido con los mismos recursos que genera el emprendimiento y fuimos ampliando la red de clientes, los que logramos que compren y vuelvan a comprar”, enfatizó Carolina.
Concretamente, la idea que tienen las fundadoras de Cristal es “expandirnos, tomar cierto impulso para tratar de llegar a puntos de venta de todo el país y tratar de hacer crecer mucho más la tienda web”.
El objetivo que persiguen es “difundir esta técnica y acercar estas herramientas terapéuticas a personas que lo necesiten, que estén buscando generalmente una alternativa natural”.
“Es una terapia basada en minerales naturales, preferentemente cuarzo, pero también otros tipos de piedras y cristales que se van utilizando terapéuticamente en meditaciones, generalmente orientado a personas que están pasando por alguna situación de estrés, insomnio, dolor de cabeza, entre otras cosas”, puntualizó.
Pero, agregó, “también tiene un costado estético porque, por ejemplo, tenemos productos que son para mejorar el aspecto y la elasticidad de la piel, tonificar músculos de la cara, que no tienen ningún efecto secundario, ninguna intervención, es totalmente natural y con resultados a largo plazo”. También ofrecen productos de aromaterapia.
Actualmente, venden sus productos al consumidor final por su web y mediante sus redes sociales, realizando envíos a todo el país. Pero, a su vez, una pata importante son los puntos de ventas, que hoy son tres en Villa María, uno en Las Varillas y otro en Rafaela.
Es que, destacó Carolina, “muchas veces el cliente necesita ver nuestros productos para comprar porque no es lo mismo verlos en una foto, por eso nuestra estrategia es apuntar a que las primeras veces compren en tiendas físicas y luego se animen a hacerlo por la web, que es lo que sucede ya con frecuencia”.
A su vez, se encuentran trabajando en el desarrollo de un showroom donde podrán stockearse, generar contenido y tener un espacio propio.
Otro dato relevante es que Cristal participa actualmente de la Incubadora de Empresas de la Universidad Nacional de Villa María; y el año pasado fueron parte del programa de incubación de AERCA.
Emprender entre amigas
Cristal nació porque las tres están convencidas de que lo que venden hace bien. Carolina fue la primera que adquirió un producto de gemoterapia y “me fascinó, la historia que tiene, el material del que está hecho y los beneficios, y me dieron ganas de empezar a traerlo a Villa María para comercializarlo porque no estaba todavía”.
Como ella no conocía de piedras, decidió contarle la idea a Eliana “que tenía hechos cursos de gemoterapia, reiki, yoga, y estaba más entendida en el tema”. A su vez, pensaron que Rebeca, quien es contadora, también podía aportar mucho al emprendimiento. Y así, estas tres amigas que se conocen de hace un puñado de años decidieron crear Cristal.
De todas maneras, no fue de un día para el otro. Carolina, quien se formó en Estrategia Ejecutiva, contó que le dieron forma durante unos 4 meses. En los tiempos que pudieron, porque las tres tienen otros trabajos, validaron la idea, analizaron los números y el posible mercado.
“En mayo ya estaba todo listo para largar. Ya en pandemia. Y eso nos cambió un poco los planes porque habíamos empezado con una idea de expansión y de comprar algunas cosas en el exterior, pero eso se cayó mucho entonces le dimos otro enfoque y cambiaron un poquito los planes”, reconoció.
– ¿Qué las empujó a emprender?
“Nos motiva mucho lo que queremos difundir. Nos encanta, y nos hace muy bien. Estamos convencidas y queremos que llegue esto y que aporte a que las personas estén mejor. Además, nos gusta trabajar juntas, somos amigas, y vimos que teníamos tiempo para dedicarle a pesar de que tenemos muchas cosas cada una”.
– ¿Es fácil emprender con amigas?
“No es fácil, pero nos basamos mucho en la comunicación. Planteamos mucho lo que va sintiendo cada una y nos entendemos mucho. Nadie le exige a la otra nada, somos tres socias, nadie manda a nadie. Nos comunicamos con respeto. Venimos muy bien. No es fácil, pero tampoco es difícil.
A veces nos reímos y nos decimos ‘volvamos a ser amigas´ cuando trabajamos mucho. Y a veces al revés, estamos reunidas para trabajar, surge algún tema personal y somos amigas y nos cuesta volver al trabajo. Nos cuesta separar, pero cada día vamos mejorando, estableciendo horarios para cada cosa”.