Siete directivos y líderes empresariales de Córdoba viajaron a Osaka, Japón, con el apoyo de la Agencia Competitividad Córdoba (AC).
Fueron parte del Program on Organizational Revitalization for Latin America (LAOR), que tiene por objetivo conocer ejemplos de empresas japonesas que han logrado incorporar una filosofía de gestión e implementar iniciativas de desarrollo organizacional.
La idea fue ayudar a los éstos jóvenes a reconocer su propio papel de liderazgo en la revitalización de sus organizaciones, mejorar la productividad y desarrollar planes de acción específicos.
En todos los casos, recibieron una beca parcial y debieron aplicar y pasar un proceso de selección para poder ser parte del programa.
¿Quiénes son?
Los empresarios que estuvieron en Japón son: La villamariense Madelaine Montagner, de Industrias Cormetal S.A; Juan Pablo Scavolini, de Map S.A.; Mauricio Giletta, de Akron S.A; Pedro Arnoletto, de Cheapsun; Fernando Ascanelli, de Ascanelli S.A.; Martín González, del Centro Tecnológico Agropecuario S.A. y José Rolón Bustos, de Corrugadora Centro S.A.
Entre otros aspectos, pudieron asomarse a los procesos de creación de valor de una de las economías más desarrolladas del mundo y comprobar que no se basa sólo en desarrollos tecnológicos o teorías productivas, sino que también se cimenta en principios filosóficos y morales como el respeto, la inclusión o la felicidad como objetivo empresarial.
La parte teórica de la beca, que no es vista como enseñanza sino como “entrenamiento”, se complementó con visitas a diferentes industrias en Osaka, sede del taller.
Es así como pudieron ver en funcionamiento empresas muy variadas, desde las que cuentan con unas decenas de trabajadores hasta otras que tienen cientos de miles en todo el mundo. Sin embargo, pese a las diferencias, hay elementos en común.
Reflexiones de la representante local
La villamariense Madelaine Montagner reflexionó sobre lo observado y aprendido en Japón.
Planteó que “la visión empresaria japonesa considera que el futuro no pasa sólo por lo que pueda aportar la robotización o la inteligencia artificial, sino que es fundamental adoptar modelos de mejora continua, impregnados de su filosofía, su cultura y que ve a la gente como valor fundamental de esa trasformación”.
“Ven a la empresa como un ente orgánico, en permanente adaptación y eso se constata en la cantidad de empresas longevas que tienen, que superaron desde fenómenos hasta la devastación de la guerra y siguen en pie creciendo y desarrollándose. Se plantean como meta una mejora continua que se da paso a paso, día a día”, agregó Montagner.
Otro de los fundamentos de la cultura empresarial que destacan los becarios es la importancia que le dan a principios como diversidad, inclusión, respeto para el medio ambiente y que las decisiones en los negocios, y en la vida, deben basarse en la justicia y la moralidad, en lugar de sólo en la rentabilidad.
En tal sentido, Madelaine Montagner recordó la visita a una empresa en que la mayor parte de la fuerza laboral está integrada por personas con discapacidad motora o intelectual, y se buscó la forma de generar condiciones para que todos pudieran hacer su mejor aporte a la empresa. “El lema del fundador, allá por los ’70, fue ´no es caridad, sino oportunidad´”, puntualizó.
