La ciudad de Bell Ville avanza en un nuevo proyecto productivo con impacto social y económico.
Meses atrás, el intendente Juan Manuel Moroni y el decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Jorge Dutto, firmaron un Convenio Específico de Cooperación y Asistencia Técnica.
Ahora, el próximo sábado 29 de marzo, se concretará el lanzamiento oficial del programa “Bell Ville Florece”.
El acuerdo permitirá desarrollar una unidad productiva sustentable de flores y plantas ornamentales en el marco del programa Córdoba Florece, liderado por la ingeniera agrónoma María Alejandra Tuma.
Con el nombre local “Bell Ville Florece”, el proyecto tiene como objetivo impulsar la producción de cultivos florales con un doble impacto: generación de empleo y desarrollo económico, con especial atención en los sectores más vulnerables.
Un proyecto con impacto social y productivo
La iniciativa se pondrá en marcha en el Vivero Municipal, con inversión inicial del municipio para la construcción de invernaderos y la compra de herramientas. Además, se espera la participación del sector privado para fortalecer el crecimiento del proyecto.
Dutto subrayó que este programa ya cuenta con experiencias exitosas en otras localidades de Córdoba, siendo Bell Ville la sexta en incorporarse. Además, resaltó que la iniciativa no solo fomenta el empleo, sino que también abre oportunidades para el desarrollo del emprendedurismo en el sector florícola.
Formación y oportunidades para nuevos emprendedores
El convenio prevé un programa de capacitaciones abiertas a la comunidad, con preinscripciones a partir de febrero de 2025 y el inicio de los cursos entre marzo y abril. Quienes se sumen podrán adquirir conocimientos sobre floricultura y producción sustentable, con la posibilidad de aplicar lo aprendido en el proyecto municipal o de desarrollar su propio emprendimiento independiente.
Dutto explicó que en otras ciudades, como Despeñaderos, esta actividad ha generado impacto más allá de la producción de flores, incorporando el turismo rural como complemento.
El modelo de Bell Ville busca replicar estos resultados, apostando a la formación de nuevos productores y emprendedores que impulsen una economía local más diversa y sostenible.