Envejecer es un proceso inevitable, pero la forma en que lo transitamos, a partir de las decisiones que asumimos, puede marcar la diferencia.
Con esa premisa en mente, Renata Minelli, coordinadora, Fernanda Zandrino y su equipo crearon Digno, un innovador Club de Día en Villa María que busca cambiar el paradigma sobre la vejez.
Desde 2014, Renata ha trabajado con adultos mayores y se ha formado en el ámbito. La última en psiconeurogerontología otorgada por la USI. Fue y es testigo del estres y mitos que rodean el envejecimiento.
Con Digno, lo que definió como “un sueño cumplido”, persiguen a través de la psicoeducación, construir una zona azul, promoviendo una visión más autónoma, consciente y digna sobre el proceso de envejecer.

Esto, ofreciendo una serie de talleres y espacios que fomenten el aprendizaje el costado social y recreativo.
“No pretendemos romantizar la vejez, sino tomar decisiones hoy que nos permitan vivir de forma independiente y con calidad”, explicó junto al equipo de profesionales que la acompaña.
Un espacio abierto a todas las edades
Algo que diferencia a Digno, ubicado en 9 de Julio 459, es que está dirigido a todo el universo adulto.
“En realidad, apuntamos a quienes quieran trabajar su longevidad, porque se empieza a preparar mucho antes de lo que pensamos”, señaló Ayelén Aristimuño, quien está a cargo del taller de Jardín Terapéutico.
En este sentido, el espacio ofrece actividades para adultos fomentando el bienestar físico, mental y emocional.
Una propuesta integral de actividades.
Desde su apertura en octubre, Digno ha desarrollado un programa diverso que incluye talleres de:
- Yoga, con Leticia Marcairaní
- Literatura recreativa con Cecilia Veronese
- Música recreativa con Franco Natanael Torres
- Narración oral, con Adriana Depetris
- Nuevas tecnologías, con Jimena Balcaza
- Jardín terapéutico, con Ayelen Aristimuño
- Estimulación Cognitiva y Mindfulness, con Renata Minelli
- Movimiento consciente, con Luisina Tisera
- Pintura decorativa, con Rosemary
- Entre otras opciones

El Club de Día funciona los lunes, miércoles y viernes, jornadas de tres horas, con opciones por la mañana y la tarde. “Nos encontramos para socializar, aprender y movernos”, apuntan.
Además, ofrecen talleres individuales, sesiones terapéuticas para quienes atraviesan patologías neurodegenerativas, acompañamiento domiciliario y asesoramiento familiar, a cargo de la At Jimena Balcaza.
También tienen consultorios externos: Psicología, Jessica Godoy; Osteopatía, Eugenio Dominguez; Odontología, Fernanda Zandrino.
Un cambio de paradigma necesario
El equipo de Digno busca desafiar la idea de que envejecer es sinónimo de dependencia o enfermedad
“Mucha gente necesita un grupo de pertenencia, compartir, aprender y reír. Y este espacio ofrece eso”, destaca Cecilia.
Además, plantean la importancia de gestionar el estrés como factor clave para una longevidad saludable. “Por eso, incorporamos herramientas como la meditación, la música, el contacto con la naturaleza, el movimiento”, indicaron.
En ese sentido, Leticia reflexionó que “Digno apuesta a ofrecer y pensar una nueva impronta de la nueva longevidad; dignificar las posibilidades, por qué se pueden hacer un montón de cosas y devolverle la posibilidad a un ser humano, cualquiera sea su edad”.
Para lograr una longevidad saludable, consideró Jimena, “la toma de conciencia y de decisiones es hoy. La salud, no solo física, sino también mental, se puede trabajar, el paso del tiempo es inevitable, pero podemos hacer mucho para transitarlo de la mejor manera”.
Un emprendimiento con impacto social
Digno no solo es una respuesta a una demanda desatendida en la ciudad, sino también un emprendimiento con una fuerte raíz social y con calidad humana.
“Estamos construyendo un nuevo paradigma de envejecimiento, donde la persona tenga la posibilidad de decidir sobre su vida con independencia y dignidad”, confió Renata.

“No sé a partir de qué edad uno empieza a envejecer. Pero muchas veces la misma persona se autoimpone limitaciones, de igual manera la familia. Se dejan de hacer cosas. Consideramos que, independientemente de la edad, hay espacio para seguir creciendo”, puntualizó Adriana.
Digno, concluyeron, es un club, un espacio de pertenencia, de socialización y aprendizaje.
“Nuestro propósito es brindar herramientas, generar una zona azul, preservando así la salud cognitiva y conectando con el Ikigai”, cerraron.