En menos de un año, Eduardo Crescimbeni pasó de ser simplemente un tomador de gin, a crear su marca y posicionarla entre las mejores del país.
Este abogado de 53 años sintió curiosidad por el destilado de la bebida que tanto le gusta, pero fue un regalo y una pregunta de su hijo la que lo impulsó a meterse de lleno en ese mundo.
“El año pasado Bautista me regaló una botella de gin para el Día del Padre, y me preguntó por qué no hacía mi propio gin. Se generó un gran silencio, y un par de miradas cómplices”, relató.
Así nació, desde Villa Nueva, Akela Gin.
Manos a la obra
Esa inquietud se transformó en voluntad para ponerse a estudiar e investigar sobre la destilación cada vez que salía de su trabajo, en los Tribunales de Villa María.
“Hice algunos cursos y me empecé a meter en el tema, pero nunca se me cruzó el hecho de querer vender ni una botella”, reconoció.
Pero si hay algo que tenía claro es que “si iba a hacerlo, quería hacerlo bien”. Por eso pensó un nombre, diseñó una marca, y consultó a la Municipalidad sobre las habilitaciones.
Llegó la oportunidad de comprar un alambique pequeño, que instaló en el quincho de su casa, y cuando se dio cuenta, estaba produciendo los primeros litros de su Akela Gin.
“Un día llevé una botella a una fiesta y gustó. Después lo probó un reconocido sommelier en Córdoba, me dijo que tenía un muy buen producto y me ofreció meterlo en un restaurante en Córdoba”, puntualizó Eduardo.
Con 28 años trabajando en el mismo lugar, sin proponérselo, emprendió por primera vez en su vida. “Y se me empezó a ir un poco de las manos”, sonríe.
Es que, como había tramitado habilitaciones, RNP, RNPA “y todo como corresponde”, Akela ganó lugar en algunos bares de Villa María.
Al mismo tiempo, también en diferentes tiendas de la región, y son cada vez más los que le compran por sus redes sociales.
“Estaba muy entusiasmado, pero al mismo tiempo cansado, porque salgo de trabajar y me pongo con esto. Incluso pensé en dejarlo porque me empezó a llevar mucho tiempo”, confesó.
Sin embargo, meses atrás, el London Dry de Akela fue condecorado con la categoría “Bronce” en la Copa Argentina de Gin, metiéndose entre los mejores con más de 150 marcas de todo el país en competencia.
Dejar, o ir por todo
“Decidí continuar, pero metiéndole con todo”, resumió Eduardo.
Es por eso que se encuentra actualmente en proceso de mudanza a un local especialmente para destilar su gin.
Y, además, encaró la compra de un nuevo alambique de 200 litros con posibilidad de sumar otro de 400 también.
El panorama es alentador por la demanda que está teniendo de sus productos: El London Dry y un Jamaican Flower Infused.
“Estamos entrando mucho en Buenos Aires, y hay mucha proyección allá. Pero vengo frenando un poco porque no tengo la capacidad para producir. Hoy no puedo ofrecer tanto porque podré hacer unas 150 botellas al mes”, explicó sobre los motivos que lo llevan a apostar a más.
Como el panorama “es muy positivo”, la reestructuración le permitirá crecer. Pero, con una premisa bien clara: “Que el producto siga saliendo artesanal”.