La Asociación de Empresarios de la Región Centro Argentino (AERCA) junto al Instituto Argentino de la Empresa Familiar (IADEF) organizaron una capacitación dirigida a empresas familiares, enfocada en asegurar su continuidad y enfrentar los desafíos específicos que presentan estos negocios.

Patricia Correa, directora de la sede local de IADEF, fue la encargada de liderar el taller, al que asistieron propietarios y miembros de empresas familiares, permitiendo un análisis profundo de la situación.

Correa explicó que uno de los principales objetivos del taller fue destacar la relevancia de las empresas familiares dentro de la economía y cómo sus particularidades las diferencian de otros tipos de negocios.

“Lo que llevamos a cabo son capacitaciones, siempre en esta temática, de manera tal que podamos darle la relevancia que se merecen las empresas de familia y la diferenciación con el resto de las empresas que no son familiares”, afirmó.

Entre los temas abordados, se trató la definición de empresa familiar y los subsistemas que la componen: la familia, la propiedad y la gestión.

Estos tres elementos, señaló Correa, “pugnan de manera diferente” y, en muchos casos, generan conflictos que dificultan la continuidad.

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Principales problemas

Al respecto, mencionó que el 72% de las empresas familiares no logran perdurar debido a la “falta de sustitución de un líder”, mientras que un 62% se ve afectado por la “falta de intereses en común entre los miembros de la empresa de familia”.

Además, los conflictos internos contribuyen a esta problemática, afectando la armonía y dificultando la toma de decisiones.

Correa subrayó que las empresas que enfrentan problemas financieros a menudo están lidiando con otros conflictos no resueltos: “Las empresas que llegan a concursos y quiebras es por la situación económica, pero lo más probable es que esto sea el detonante y no la causa”.

La falta de una adecuada planificación y la incapacidad de gestionar los conflictos internos son factores clave que impiden a muchas empresas familiares avanzar con éxito.

Para evitar estos problemas, Correa destacó la importancia de profesionalizar la gestión y de crear órganos de gobierno dentro de la empresa.

“Las herramientas nos facilitan que podamos conducir a nuestra empresa de familia de la manera adecuada para que pueda pasar a las generaciones siguientes”, concluyó, enfatizando que la continuidad de estas empresas no solo depende de su rentabilidad, sino también de su capacidad para resolver los desafíos propios de su naturaleza familiar.