En Matorrales, una pequeña localidad en el interior de Córdoba, una empresa de aberturas ha hecho mucho ruido.

La firma emplea a 74 personas y muchas de ellas no son del pueblo, por lo que, a Daniel y Mariano, se les ocurrió una idea.

Compraron una parcela de tierra que dividieron en 37 lotes de 10×25 metros y decidieron hacer algo que, como mínimo, es llamativo.

Indoors le ofrece un terrero a cada trabajador en el pueblo, se lo financia y luego le ayuda a construir su vivienda.

“Somos socios con los empleados”, explicaron los propietarios, quienes agregaron que todos tienen una remuneración extra a sus salarios “atada al funcionamiento de la empresa”.

La idea de ofrecer lotes para que se radiquen en la localidad surgió a raíz de las distancias. Las pocas casas disponibles en alquiler se ocuparon rápidamente, entonces todos los días, un colectivo pasaba a buscarlos y los transportaba hacia la fábrica

Desde la pandemia al presente, Indoors creció exponencialmente. Entonces, los propietarios de la firma decidieron “revalorizar a cada colaborador y fidelizarlo”.

A cada lote que otorgan a los trabajadores le pusieron un valor calculado en bolsas de cemento, lejos de los números que maneja el negocio inmobiliario: 320 bolsas cada terreno. A pagarse con un mínimo de 5 bolsas mensuales, hoy unos 14 mil pesos mensuales.

Para la construcción de las viviendas, también pusieron manos a la obra. “Nosotros contábamos con las aberturas y el amoblamiento, faltaban los ladrillos, y los conseguimos, faltaban los servicios y los conseguimos, todo a cambio de algunos lotes y con la empresa como garantía y con confianza plena hacia los empleados”, contaron.

También golpearon las puertas de los despachos de la capital, para conseguir créditos para sus empleados.

Así, ya son varios los empleados que lograron tener su casa propia. “No queríamos hacer un negocio sino dar una solución”, cerraron.