“Probablemente somos la pizzería más angosta de la provincia”, ríen Daniel Robles (33) y Anabella Martínez (30), los emprendedores detrás de Vicio – Pizza al corte.
El proyecto que iniciaron hace seis meses no para de crecer, con una propuesta simple pero contundente: pizza bien porteña, por porción y al paso.
En la esquina de Mendoza y Belgrano, en Villa María, en un local de 7 metros de largo por 1,80 de ancho los jóvenes apostaron todo a una idea, y hoy ven cómo su negocio crece día a día.
El desafío de emprender “con lo justo”
Cuando encontraron el local, sabían que era un reto. “Queríamos emprender, necesitábamos hacerlo. Vimos este local chiquito y nos pareció una buena idea poner algo ahí”, contó Daniel.
No tenían un gran presupuesto ni un equipo sofisticado. “Abrimos con un hornito eléctrico y nada más”, recordó Anabella, a lo que Daniel sumó que fue clave el apoyo de proveedores para iniciar el proyecto.

“Apostamos todo a esto porque nos quedamos sin trabajo y no teníamos otra opción más que hacer que funcione”, confesaron.
Pero tenían algo más importante: una propuesta clara.
“En Villa María no se vendía pizza al corte y al paso. Nos pareció un formato innovador”, explicaron. Y no se equivocaron: desde el primer día, la gente se copó con la idea.
La pizza porteña que conquistó Villa María
Desde el día uno, la gente se copó con la propuesta. “Tíamos miedo, porque era algo que no se ofrecía en la ciudad. Pero gustó mucho”, dice Anabella.
Vicio ofrece las variedades clásicas que se encuentran en cualquier pizzería tradicional de Buenos Aires: napolitana con provenzal, jamón y morrón, muzzarella y la estrella de la casa, la fugazzetta rellena.
También se animan a jugar con opciones fuera de carta: cada semana, los clientes votan en Instagram por una “pizza de la semana”.
“La de mortadela y pesto surgió con esa iniciativa, y tuvimos que dejarla en la carta porque nos lo pedían”, subrayó Daniel.
Además, venden fainá, un acompañamiento infaltable en las pizzerías porteñas pero difícil de encontrar en la ciudad.
Todos los días, entre las 19 y la medianoche, se ven clientes parando a comer una porción antes de seguir con su rutina: comisionistas, cadetes, personas que salen del gimnasio o simplemente quienes quieren disfrutar de una buena pizza sin esperar demasiado.
La calidad, ante todo
Lo llamativo de Vicio no es solo su concepto, sino su tamaño.
“Debe ser la pizzería más angosta de Córdoba, por lo menos”, bromea Daniel. Con solo 7 metros de largo por 1,8 de ancho, organizarse fue todo un desafío. Sin embargo, lograron aprovechar cada centímetro para ofrecer una experiencia distinta.
“Tenemos unas mesitas afuera, pero la mayoría viene, se come su porción y sigue. Es un formato que a la gente le resultó cómodo”, consideró Anabella.
Desde el día uno, los emprendedores tuvieron en claro su apuesta: la pizza tenía que ser la protagonista.

“No invertimos en decorar ni en llenar el local de cosas. Todo el esfuerzo lo pusimos en que el producto sea de calidad, lo demás iba a llegar solo”, señala Daniel.
Todas las mañanas amasan la masa, preparan los ingredientes y cocinan el mismo día. Y se nota: las pizzas vuelan.
El esfuerzo también se vio en lo personal. “En el medio de armar todo nació nuestro hijo. Tenía un mes cuando abrimos”, recordó Anabella.
Eventos y una nueva sucursal
Además de su local, Vicio también ha sido invitado a eventos importantes de la ciudad, como en Ribera Vivo y el Recorrido Peñero del Festival de Peñas. Esto les permitió que más gente los conozca y probar nuevas oportunidades de crecimiento.
Y los planes no se detienen. “En menos de seis meses queremos abrir otro local, una nueva sucursal en un punto estratégico de la ciudad”, adelanta Daniel.
Con su espíritu emprendedor y una propuesta auténtica, Vicio demostró que no hace falta un gran espacio para hacer algo grande. Solo se necesita una buena idea y mucho esfuerzo.