Los estudiantes del Instituto Técnico José Hernández de Wenceslao Escalante se destacan como ejemplo de creatividad e innovación.
Con su proyecto Lacto Crunch, un snack saludable elaborado a partir de suero de leche, lograron obtener el prestigioso premio “Industria Inspira” durante la Conferencia de la Unión Industrial Argentina.
El concurso Industria Inspira, impulsado por la UIA busca para promover proyectos innovadores y sustentables, donde participaron 200 proyectos de 18 provincias.
Felipe Rovera Porporato, Aldana Pedernera y Julieta Bressan, junto a sus compañeros, transformaron un subproducto local en una oportunidad.
“Creemos que ganamos el premio porque hicimos un snack saludable que aprovecha un desperdicio de la zona”, comentó Felipe.
Este innovador producto, diseñado para ofrecer una alternativa nutritiva frente al alto consumo de golosinas en su localidad, combina proteína de suero de leche con saborizantes y condimentos.
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Transformando desafíos en oportunidades
El equipo detectó una problemática clave: el consumo excesivo de snacks poco saludables entre niños.
Su solución no solo aborda esta cuestión, sino que también promueve la valorización de un recurso subutilizado.
“El suero que sobra al hacer queso lo transformamos en un snack crocante, con 10 veces más proteína, 5 veces menos hidratos de carbono y la mitad de grasa en comparación con una papa frita”, explicó la profesora Marina Boiero, una de las guías del proyecto.
Aunque todavía en etapa de desarrollo, los estudiantes ven potencial en industrializar su propuesta. “Puede ser, tiene bastante potencial porque es una opción saludable”, agregaron.
El logro fue posible gracias al apoyo de sus docentes, quienes son el pilar del proceso educativo.
La profesora Boiero destacó el espíritu emprendedor y la capacidad de los jóvenes para convertir desafíos en oportunidades. Además, resaltó la modalidad de trabajo del instituto, donde los alumnos de los últimos años desarrollan productos mientras que los primeros investigan temas relacionados.
El proyecto culmina cada año con la Feria de la Alimentación, una instancia de exposición y mejora continua.
“Los adolescentes tienen esa capacidad hermosa de creer que pueden cambiar el mundo, algo que solemos perder con el tiempo. Esa visión los lleva a convertir demandas en proyectos concretos”, reflexionó Boiero.
