El tambo Mharnes, del grupo Don Emilio, logró un importante hito a nivel nacional al convertirse en uno de los dos primeros en recibir la certificación de la norma IRAM 14400, que establece estándares para las Buenas Prácticas Lecheras (BPL).
La firma de Villa María, perteneciente a la familia Giraudo, tiene una producción diaria de más de 35 litros por vaca y un rodeo de 800 animales en ordeñe.
El tambo es uno de los más tecnologizados de Sudamérica, y con este logro demuestra cómo la sinergia entre el sector público y privado puede transformar la calidad y sostenibilidad de la producción lechera del país.
Esto, porque este hito es resultado del trabajo conjunto del equipo de la Dirección Nacional de Lechería (DNL), el gobierno de Córdoba, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y una consultora especializada que acompañó al tambo en el proceso de adecuación a las exigencias normativas.
Vale destacar que otro tambo de Villa María logró la certificación de la norma IRAM 14400: “San Carlos”, perteneciente al establecimiento “EL Lahual”.
No es casual que ambos establecimientos son los que proveen leche a Duy Amis, la fábrica láctea del Grupo Don Emilio.
Buenas Prácticas Lecheras: un estándar para el futuro
La norma IRAM 14400, creada en 2022, establece un conjunto de procedimientos y controles que buscan garantizar la inocuidad y calidad de la leche, el bienestar animal, la seguridad de los trabajadores y la preservación del medioambiente.
El tambo “Don Emilio SRL” inició su camino hacia la certificación con una auditoría inicial, el cual permitió identificar áreas de mejora y trazar un plan para cumplir con los estándares exigidos.
A lo largo del proceso, el acompañamiento técnico de la Dirección Nacional de Lechería fue clave para implementar las medidas necesarias, como parte de una estrategia más amplia que incluyó líneas de financiamiento específicas para tamberos y programas de mejoramiento genético impulsados por el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE).
El Certificado IRAM se entrega en forma conjunta con el Informe Final de cada establecimiento, y cabe destacar que los tambos son los primeros en recibir la certificación en buenas prácticas para la producción lechera bovina en toda la República Argentina luego de más de dos años de existencia de la norma; significando un orgullo por representar y demostrar el desarrollo del sector lácteo nacional y el impacto positivo del arduo trabajo conjunto de los distintos sectores públicos y privados involucrados.
Estos casos exitosos no solo demuestran el potencial del sector lácteo cordobés, sino que también destacan la importancia de la articulación entre gobiernos, entidades técnicas y productores para elevar los estándares productivos a nivel nacional.
Con estos logros, los tambos certificados se posicionan como referentes para otros establecimientos del país interesados en mejorar sus procesos productivos y alcanzar la excelencia.
No es la primera vez que desde Mharnes demuestran su compromiso con la mejora continua.
Valer recordar que también fue pionero al ser el primero en su tipo y actividad al recibir el Certificado Ambiental por parte de la Secretaría de Ambiente de la Provincia de Córdoba.