La Cámara de Exportadores presentó una nueva Estrategia Nacional orientada a destrabar el comercio exterior y mejorar el desempeño exportador argentino, con propuestas que apuntan a generar mayor volumen de ventas, ampliar la base de empresas exportadoras y reducir distorsiones estructurales.

El documento reúne 248 propuestas y, según las estimaciones de la entidad, podría permitir la generación de u$s15.760 millones adicionales hacia 2030.

Desde la Cámara advirtieron que el sector exportador atraviesa más de una década de estancamiento, con un impacto directo sobre la inversión, el empleo y la generación de divisas.

Desde CERA sostienen que las políticas hacia las exportaciones no deben pensarse únicamente como herramientas para resolver urgencias fiscales o de corto plazo, sino como un motor estratégico de desarrollo productivo, capaz de impulsar empleo de calidad y crecimiento sostenido.

Un régimen específico para exportadores

Entre los principales ejes de la estrategia, la Cámara propuso avanzar en la implementación de un RIGI específico para exportadores, con beneficios fiscales y cambiarios que permitan acelerar las ventas externas y ampliar el universo de productos exportados.

Actualmente, el esquema exportador argentino presenta una alta concentración: existen 5.000 líneas arancelarias, pero apenas cinco productos explican el 40 % del total exportado, lo que limita la diversificación productiva y la apertura de nuevos mercados.

En paralelo, CERA destacó que dentro del paquete de proyectos de Ley de Modernización Laboral el Gobierno incluyó el RIMI, un régimen orientado a medianas empresas.

En este marco, muchas compañías exportadoras podrían acceder a estos programas de incentivo, dado que el monto mínimo de inversión requerido —u$s150.000— resulta alcanzable para buena parte del sector.

La deuda del Estado con los exportadores

Otro de los puntos críticos señalados por la Cámara es la deuda acumulada del Estado con los exportadores, principalmente por reintegros y devoluciones de IVA.

“La deuda acumulada por exportadores es de seis meses, entre reintegros y devolución del IVA. Los reintegros son en dólares, pero el IVA no”, explicó Fernando Landa, presidente de CERA.

A fines de noviembre, el Ministerio de Economía anunció una resolución que habilita de manera optativa la dolarización de deudas con operadores de comercio exterior por devolución de retenciones, IVA y otros beneficios, a través de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA).

La medida equivale a un seguro de cambio estimado en u$s1.500 millones y permite adhesión hasta marzo de 2026.

Sin embargo, desde la Cámara señalaron que existen dudas entre las empresas sobre la implementación y conveniencia de este mecanismo. Como alternativa estructural, CERA volvió a proponer la creación de una Cuenta Corriente Única Tributaria, que permita compensar automáticamente deudas y créditos impositivos.

Un “techo” que limita las exportaciones

Según el diagnóstico del sector, estas demoras impositivas y administrativas terminan imponiendo un límite estructural a las exportaciones.

Muchas empresas restringen sus ventas externas para evitar impuestos anticipados cuya devolución se demora, mientras que nuevos potenciales exportadores se ven desalentados por la carga fiscal, la burocracia y los costos operativos.

Como resultado, el universo exportador argentino permanece prácticamente congelado. En la actualidad, unas 9.200 empresas exportan, un número casi idéntico al de hace una década, cuando el promedio rondaba las 9.300 firmas.

Este escenario favorece una fuerte concentración sectorial, donde los productos primarios y el complejo de Oil & Gas explican la mayor parte de los envíos al exterior, mientras que la diversificación productiva avanza con lentitud.

Un diagnóstico que enciende alertas

Entre los principales indicadores presentados por CERA se destacan:

• La participación de Argentina en las exportaciones globales es de 0,33 %, con escasas perspectivas de mejora en el corto plazo.
• La proporción de pymes exportadoras alcanza solo el 6,3 %, por debajo del promedio de países menos desarrollados.
• Los cinco principales productos concentran cerca del 59 % del volumen exportado.
• La exportación anual per cápita se ubica por debajo de los u$s1.500, muy lejos de economías comparables de la región.
• Argentina se encuentra entre los pocos países que aplican derechos de exportación elevados, una carga que casi ningún competidor internacional sostiene.

La agenda exportadora hacia 2026

De cara a 2026, la Cámara definió una hoja de ruta orientada a avanzar hacia una normalización estructural del comercio exterior, con una serie de reclamos concretos:

• Eliminar la obligación de liquidar el 100 % de las divisas generadas por exportaciones.
• Profundizar la reducción de los derechos de exportación.
• Actualizar los reintegros, para que compensen efectivamente los impuestos indirectos.
• Eliminar exigencias administrativas que exceden la Ley de IVA.
• Normalizar la deuda del Estado con el sector exportador.
• Avanzar en una Cuenta Corriente Única Tributaria.
• Resolver cuellos de botella en la facilitación del comercio y la digitalización aduanera.
• Ordenar la gobernanza logística, incluyendo Hidrovía y puertos.
• Destrabar la agenda del Mercosur y sostener una estrategia de inserción internacional.

Con este planteo, la Cámara de Exportadores busca instalar una discusión de fondo: sin reglas previsibles, incentivos claros y una visión estratégica de largo plazo, la Argentina seguirá desaprovechando su potencial exportador, con impacto directo en la inversión, el empleo y el desarrollo productivo.