Escribe: Ceo & Co-founder of Afront | Emprendedor | Fundador de dos startups EdTech.
Si alguna vez te preguntaste si el mundo de las startups es para vos, permitime guiarte un poco desde mi experiencia.
Soy Francisco Marinaro, emprendedor y fundador de dos startups en el mundo EdTech.
Durante más de siete años lideré equipos, enfrenté crisis y celebré pequeñas y grandes victorias. Pasé de bootstrap a recibir inversión de capital de riesgo y sé lo que es triplicar ingresos en un año, pero también lo que significa quedarte sin sueldo mientras intentás cumplir tus metas. Este camino no es para cualquiera, y eso está bien.
Primero, tenés que hacerte esta pregunta: ¿Te gusta la incertidumbre? En una startup, pocas veces vas a saber qué va a pasar la próxima semana. No hay garantías, ni horarios fijos, ni sueldos seguros. Pero, si te apasiona construir algo desde cero y te motiva resolver problemas creativamente, quizá esta aventura sea para vos.
Tener una startup no es como en las películas. No vas a pasar todo el día en reuniones ni en oficinas. Más bien, vas a estar resolviendo problemas constantemente: desde convencer a tu primer cliente hasta apagar incendios cuando algo no funciona como esperabas.
Y ojo, esos problemas también incluyen no poder pagarle a tus empleados a tiempo, o quedarte con cero pesos en la cuenta justo antes de cerrar un trato importante.
Ahora, no todo es caos. Una startup también te da la libertad de crear algo que tenga impacto real. Pensá: ¿Qué problema querés resolver? Si es algo que te importa tanto que no podés dejar de pensar en ello, vas bien encaminado. Pero también preparate para cuestionarte constantemente si estás en el camino correcto. Porque una startup es como un laboratorio: vas a fallar muchas veces antes de encontrar lo que funciona.
Un punto que no se habla mucho es la soledad. Ser fundador es tomar decisiones que nadie más puede tomar por vos. No importa cuánto te rodees de socios, mentores o amigos, al final del día sos vos quien carga con la responsabilidad. Esto puede ser abrumador, pero también te fortalece. Si aprendés a manejar esa presión, vas a crecer como nunca.
Hablemos de dinero. Tener una startup no es sinónimo de hacerte millonario rápido. En realidad, es más probable que te pases meses sin sueldo o invirtiendo cada centavo que tenés en tu proyecto. Pero si logras llegar al punto de equilibrio y crecer, la recompensa es incomparable. No solo en dinero, sino en la satisfacción de saber que lo lograste con tu esfuerzo.
Y por último, la resiliencia. Si hay algo que define a un emprendedor es la capacidad de levantarse después de cada caída. Vas a escuchar «no» tantas veces que perderás la cuenta.
Pero el «sí» que finalmente llega hace que todo valga la pena.
Entonces, ¿tener una startup es para vos? La respuesta no la tengo yo, la tenés vos. Si podés manejar la incertidumbre, amás los desafíos y tenés una pasión que te quema por dentro, probablemente sí. Pero si buscás estabilidad y tranquilidad, quizá este camino no sea el tuyo.
Y está bien. No todos los sueños tienen que construirse desde una startup. Lo importante es encontrar lo que te hace feliz y perseguirlo con todas tus fuerzas.
Escribe: Ceo & Co-founder of Afront | Emprendedor | Fundador de dos startups EdTech.