Escribe: Damián Stupenengo | Periodista y Locutor Nacional. Director de Mundo Empresas.
Para muchos adultos mayores, jubilarse por completo no es una opción.
Ya sea por necesidad económica, por el disfrute de “seguir sintiéndose útil” o por muchos otros motivos.
Sin embargo, no todas las personas que están en edad laboral avanzada saben qué camino tomar, teniendo en cuenta que las oportunidades de conseguir un trabajo en relación de dependencia se reducen.
De hecho, según la fundación Adecco, en las empresas se descartan el 85% de los CV de los mayores de 55 años automáticamente.
Entonces, ¿por qué no emprender?
El denominado emprendimiento senior está teniendo un auge más que interesante en Latinoamérica.
Y es un movimiento al que muchos más podrían sumarse.
¿Por qué emprender?
Nunca es demasiado tarde para iniciar un negocio propio o un emprendimiento.
La otra cara de la estadística ofrecida renglones más arriba es que, según un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU, los negocios liderados por emprendedores mayores de 50 años tienen un 70% más de probabilidades de ser exitosos.
Casi hasta resulta una obviedad resaltar las virtudes que tienen aquellas personas que acumulan “madurez”.
Experiencia, conocimiento, contactos, visión, entre otras cosas, hacen de su edad una ventaja competitiva.
Claro que, es probable que deban actualizarse y capacitarse en ciertas temáticas que resultan claves en un emprendimiento actual, como –por ejemplo- en marketing digital.
Un estudio del BID señala que, en Argentina, Chile y Bolivia, los adultos mayores representan alrededor del 30% de los nuevos emprendedores.
Claramente, son muchas personas las que han decidido tomar ese camino.
Un ejemplo local es el de Jorge Morales, de Villa Nueva, quien a punto de jubilarse decidió comprar la empresa productora de mermeladas “Los Amigos” para continuar en actividad.
Hoy acumula más de 20 años en la actividad.
O, a nivel nacional, Alfonso y Ricardo, quienes en el 2001 se quedaron sin trabajo con 55 años, despedidos de sus respectivos trabajos.
Decidieron emprender. Terminaron creando lo que hoy una marca reconocida como Anclaflex.
A usted, que está sin trabajo. A usted, cuya jubilación está a la vuelta de la esquina. A usted, que goza del retiro, pero sigue inquieto y con hambre de hacer. O a usted, que desea experimentar una nueva aventura de ser su propio jefe… Le pregunto, ¿por qué no emprender?