En los últimos años, Uruguay se ha posicionado como uno de los destinos preferidos para empresarios y megamillonarios argentinos, quienes encuentran en su entorno tributario una alternativa más favorable para sus negocios y patrimonios.
El caso más emblemático es el de Marcos Galperin, fundador de Mercado Libre, quien trasladó su residencia a Uruguay en busca de un clima más estable y beneficioso en términos fiscales.
Según el Banco Mundial (BM), este movimiento hacia Uruguay responde a cinco incentivos principales que hacen del país una opción atractiva para los empresarios de alto patrimonio.
Estos incentivos incluyen la tributación territorial, una alícuota considerablemente más baja para no residentes, la competitividad del impuesto a la renta de sociedades, tratados que evitan la doble imposición, y un cierto grado de secreto financiero.
Un entorno fiscal atractivo
Uruguay ha logrado posicionarse como una jurisdicción amigable en términos fiscales.
A diferencia de Argentina, que aplica un sistema progresivo de impuestos sobre la renta y gravámenes sobre la riqueza, Uruguay solo grava los ingresos generados dentro de sus fronteras.
Los ingresos obtenidos en el extranjero, en la mayoría de los casos, están exentos de impuestos, lo que resulta particularmente beneficioso para empresarios con inversiones internacionales.
El informe del Banco Mundial destaca que los no residentes en Uruguay están sujetos a una tasa fija del 12% sobre los ingresos generados dentro del país, una cifra significativamente más baja en comparación con las tasas progresivas de hasta el 35% aplicadas en Argentina a residentes y no residentes
Esta diferencia crea un incentivo poderoso para quienes buscan reducir sus cargas impositivas sin sacrificar el acceso a mercados estratégicos en América Latina.
Competitividad impositiva y tratados internacionales
Otro aspecto clave es el impuesto sobre la renta de sociedades, con una tasa del 25% en Uruguay, competitiva en comparación con otros países de la región.
Además, Uruguay ha firmado numerosos tratados internacionales que permiten evitar la doble imposición, facilitando las inversiones transfronterizas y ofreciendo mayor seguridad a los empresarios extranjeros.
El papel del secreto financiero
Aunque Uruguay ha avanzado en términos de transparencia tributaria, sigue ofreciendo cierto grado de secreto financiero, lo que atrae a empresarios que valoran la discreción en la gestión de sus patrimonios.
Este factor, aunque cada vez más regulado, sigue siendo uno de los elementos que influye en la decisión de muchos empresarios de mudarse al país.
La comparación con Argentina
En contraste, Argentina enfrenta desafíos importantes en su sistema fiscal. El país aplica un impuesto sobre la renta progresivo, tanto a residentes como no residentes, y además grava la riqueza a través del Impuesto sobre los Bienes Personales, lo que representa una carga significativa para los individuos de alto patrimonio.
A esto se suma un entorno económico inestable y cambios frecuentes en la legislación fiscal, lo que genera incertidumbre para los contribuyentes.
Según el BM, el caso de Marcos Galperin ilustra cómo los empresarios de alto patrimonio utilizan las diferencias tributarias entre países para optimizar sus obligaciones fiscales.
Además, destaca que un eventual “impuesto a los billonarios”, como el propuesto por Brasil en el G20 de 2024, no resolvería las deficiencias fiscales de la región, ya que estos individuos suelen contar con asesores financieros sofisticados y una alta movilidad que les permite eludir dichos gravámenes.
En definitiva, la combinación de un entorno tributario más sencillo, tasas impositivas más bajas y un nivel de estabilidad económica hacen de Uruguay un destino atractivo para los empresarios argentinos.
Mientras tanto, Argentina continúa enfrentando dificultades para mantener a sus grandes contribuyentes, quienes buscan en el país vecino una mayor predictibilidad y beneficios fiscales que les permitan seguir creciendo en un entorno global cada vez más competitivo.