El G6, Grupo de Entidades Empresarias de Córdoba, se expresó con un fuerte comunicado sobre los Precios Justos y las restricciones a las importaciones, lo que definieron como “dos caras del mismo problema”.
Está integrado por la Bolsa de Comercio de Córdoba, la Cámara de Comercio de Córdoba, la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba, la Cámara Argentina de la Construcción – Delegación Córdoba, la Federación Comercial de Córdoba y la Unión Industrial de Córdoba.
El comunicado, inicia dando cuenta que “desde los distintos ámbitos de la actividad productiva hemos venido señalando las gravísimas dificultades que están atravesando los sectores para producir y comerciar, como así también la ineficacia de las medidas que se implementan desde las carteras económicas”.
“Sólo por mencionar algunas de las más acuciantes: las restricciones para obtener divisas para importar insumos y ahora una nueva versión del control de precios, llamada “Precios justos. Aplicadas a distintos ámbitos, ambas tienen un problema de fondo en común: una crisis del tipo de cambio”, indicaron.
Consideran desde el G6 que “las empresas se han visto empujadas a negociaciones para congelar precios de productos al mercado interno, tolerando además la falsa acusación de ser las causantes de la inflación”.
El comunicado completo, a continuación:
Este solo ejemplo desnuda que ese tipo de condicionamiento es una medida ineficaz y que está destinado a derrumbarse en el corto plazo. Por el contrario, nos encontramos frente a problemas más complejos y profundos, que requieren soluciones decididas y urgentes.
Sólo para tener una dimensión de los problemas que se avecinan podemos mencionar la situación de dos de los sectores más afectados por estas medidas: el agroindustrial y el metalmecánico, ambos de gran impacto para la producción de la provincia de Córdoba.
En grandes números, la demanda de divisas para importación está compuesta en más de un 60% por insumos intermedios y bienes de capital para la producción. Esa demanda supera el 80% si a ello le agregamos combustibles y lubricantes.
Si a este cuello de botella de acceso a la importación de insumos agregamos el preocupante pronóstico de la cosecha de granos por efecto de la sequía, tenemos que las restricciones de divisas se agravará aún más y habrá mayores dificultades para producir.
En un escenario así, nos caben una reflexión y una pregunta que requiere respuesta urgente.
La reflexión: la política económica y las medidas que se han venido aplicando son ineficaces porque restringen la actividad, reducen el financiamiento destinado a la producción y afectan las expectativas de inversión. Está claro que, si la estrategia será sólo aplicar restricciones, el resultado es que se agravarán los problemas.
La pregunta: ¿qué planes hay, qué medidas concretas se están pensando para cuando las restricciones sean aún mayores? ¿Ya están en marcha las soluciones o cuánto más habrá que esperar?
Frente a la perspectiva de un agravamiento de los problemas mencionados es imprescindible implementar profundos cambios en el enfoque económico actual que apunten a corregir con mayor firmeza los desequilibrios fiscales y monetarios, reconsiderando la política cambiaria y de precios internos en el marco de un plan integral.