Jorge Brancato pasó de hacer hamburguesas en su departamento y vender por Instagram y Whats App, a estar al frente de 5 proyectos gastronómicos en Villa María.
Luego de años en el rubro indumentaria, y tras estudiar y capacitarse como cocinero y pastelero, pasó un año como chef del Howard Johnson de Villa María y por Biermania.
Pero llegó la pandemia y decidió comenzar su propio proyecto gastronómico desde su casa.
Transformó una habitación en sala de producción y la respuesta que recibió fue positiva e inmediata. “El boca en boca fue fundamental”, recordó.
Así nació Salvaje, que pasó de ser un emprendimiento individual en una dark kitchen a un local físico en plena costanera apenas quedó atrás el Covid.
“Era la única opción para seguir creciendo”, aseguró. Tras un año allí, encontró un lugar emblemático con cartel de “se alquila” y no dudó: El inmueble donde supo funcionar el bar Monta.
“El crecimiento fue muy importante, al ser un lugar histórico, con su impronta de gastronomía, hasta siguen viniendo clientes de los que venían antes. Viene público de todo tipo. Ofrecemos desayuno, almuerzo, merienda y cena actualmente”, planteó.
“Salvaje son 4 negocios en uno. Tenés empanadas, pizas, hamburguesas y lomos. Y coordinar todo eso es un tema…”, confesó.
Una panadería para abastecerse y abastecer al mercado local
El crecimiento de Salvaje, donde todo es de elaboración propia, llevó a Brancato a montar una fábrica de panes.
En principio, fue para autoabastecimiento, pero rápidamente nació otra unidad de negocio.
Hoy, produce unas mil unidades por semana para sus lomos y hamburguesas. Y distribuye a otros 12 a 15 locales gastronómicos de la ciudad.
“No encontraba el pan que quería, así que decidí hacerlo yo mismo”, contó sobre cómo nació esta unidad de negocio que tiene consolidada.
Amore, New York Pizas y el Parador de la Terminal
Con el deseo de traer algo distinto a Villa María, Brancato prepara la apertura de Amore, una trattoria de estilo italiano que ofrecerá pastas y pizas de elaboración artesanal en un ambiente con “estilo a bodegón italiano”.
Su tercer emprendimiento gastronómico, en el que viene trabajado hace unos 4 meses, abrirá sus puertas en las próximas semanas en Bulevar España 125.
Mientras desarrollaba Amore, Brancato resaltó que surgió una oportunidad más de diversificación.
Ganó la licitación para gestionar un espacio en la Terminal de Ómnibus, donde diseñó un formato de patio de comidas pensado para quienes tienen poco tiempo.
“Había que pensar en el pasajero que tiene 30 minutos máximo para comer”, graficó sobre el desafío de adaptar la propuesta al flujo de viajeros, sin perder de vista la calidad y la eficiencia, y sin dejar de ser una opción para los locales.
Por otra parte, a mediados de noviembre, Brancato planea inaugurar su quinta unidad de negocio en el rubro gastronómico: New York Pizas, un delivery especializado en pizzas estilo neoyorquino.
“Son pizzas de 50 cm que se pueden comprar en porciones o enteras”, adelantó sobre este nuevo concepto, que ampliará aún más su propuesta en Villa María.
Reflexiones sobre la gastronomía en Villa María: oportunidades y desafíos
Para Jorge Brancato, Villa María es un mercado con un gran potencial, pero también con desafíos específicos.
En su experiencia, el consumidor villamariense es cada vez más exigente porque está informado, lo cual impulsa a los gastronómicos a innovar y ofrecer productos de alta calidad.
“La gastronomía ha evolucionado mucho desde la pandemia; el consumidor ahora sabe mucho más y tiene expectativas más altas”, aseguró Brancato, quien destaca que este cambio demanda más profesionalización y atención a los detalles por parte de todos los gastronómicos.
Uno de los principales desafíos, según Brancato, es la falta de flexibilidad en los horarios de los locales gastronómicos.
“Los fines de semana y los lunes, por ejemplo, es difícil encontrar opciones abiertas, especialmente al mediodía o en horarios fuera de lo común”, comentó.
Esto limita las opciones para los turistas y visitantes que llegan de otras ciudades y que, al encontrar muchas opciones cerradas, se llevan una imagen incompleta de la oferta local.
La competencia y la necesidad de especialización
El crecimiento de la oferta gastronómica en Villa María también implica una competencia cada vez más intensa.
Brancato menciona que en la ciudad hay más de 150 gastronómicos activos, sin contar aquellos que manejan varios emprendimientos al mismo tiempo.
“En el grupo de WhatsApp de gastronómicos somos unos 150, y no estamos todos”, compartió, resaltando el dinamismo del mercado.
Este contexto competitivo demanda innovación constante y propuestas diferenciadas para captar la atención del público.
En su opinión, cada negocio debe esforzarse en construir una identidad clara y en ofrecer una experiencia de valor.
“No se trata solo de llenar un plato, sino de crear una experiencia completa que haga que el cliente quiera volver”, reflexiona.
Proveedores locales de lujo
Además, el empresario considera que Villa María cuenta con algunos de los mejores proveedores, especialmente en productos lácteos, lo cual debería aprovecharse más en la oferta gastronómica local.
“Tenemos productos frescos y de calidad al alcance de la mano”, mencionó, destacando la oportunidad que implica trabajar con insumos locales.
Esta proximidad no solo permite mejorar la calidad final del plato, sino que también apoya la economía local y reduce la dependencia de insumos externos.