La Escuela Superior Integral de Lechería (ESIL) inauguró un flamante Tambo Con Sistema Robotizado de Ordeñe Voluntario ubicado en la zona rural de Cárcano.
El proyecto que la ESIL lleva adelante en conjunto con el INTA tiene diversos objetivos, entre ellos:
- Contribuir a la formación académica de los estudiantes de la escuela.
- Brindar capacitación y asistencia técnica a productores y operarios que realicen diferentes actividades agropecuarias.
- Prestar servicios para ensayos e investigaciones a todos los actores que intervengan en la línea de producción de la leche.
La inauguración contó con la presencia del gobernador de la Provincia de Córdoba, Martín Llaryora, acompañado por el Intendente de Villa María, Eduardo Accastello.
Por la institución, encabezó la actividad el Presidente de Funesil, Alfredo Gadara, quien contó con el acompañamiento del Director Nacional de Lechería, Sebastián Alconada, el Presidente Nacional del INTA, Juan Cruz Molina y los Ministros: de Bioagroindustria, Sergio Busso, de Educación, Horacio Ferreyra y de Cooperativas y Mutuales, Martín Gill.
Última generación
Con una infraestructura técnica de última generación, única a nivel educativo en Argentina y Sudamérica, el tambo estará enfocado a la formación académica y profesional.
Allí, los alumnos de la institución podrán realizar sus prácticas y productores locales podrán validar las Buenas Prácticas Agropecuarias impulsadas por el Ministerio de Bioagroindustria de la provincia.
El nuevo establecimiento está ubicado en un predio del INTA, en la localidad de Ramón J. Cárcano, a 17 kilómetros de Villa María, y fue financiado a través de un crédito del Banco de Córdoba.
La obra incluye un galpón, un aula de estudio, un tambo robotizado con sistema estabulado de cama caliente que permitirá, en un principio, trabajar con unas 60 vacas cuya producción diaria será destinada a la planta piloto de la Escuela para la elaboración de quesos, yogures y dulces de leche.
El sistema robotizado de ordeñe voluntario representa un avance significativo en la producción lechera, ya que se trata de una tecnología que permite que las vacas sean ordeñadas de manera automática y voluntaria, mejorando su bienestar y optimizando la eficiencia del proceso.
Esta tecnología ya está aplicada, por ejemplo, en el tambo MHarnes, de la familia Giraudo en Villa María, con excelentes resultados.