Argentina suma un nuevo hito en innovación energética y logística con la puesta en marcha de la planta de Geli-AR S.A., una cámara de congelados automatizada que no solo destaca por su capacidad (4.000 pallets a -25 °C) sino también por cómo fue concebida: como un ecosistema tecnológico único en su tipo en el país, donde cada parte potencia a la otra.
La infraestructura, ubicada estratégicamente en la intersección de las rutas nacionales 8 y 35, en Río Cuarto, combina automatización avanzada, eficiencia energética y construcción de alta precisión para redefinir cómo se concibe el almacenamiento de alimentos congelados a gran escala en Argentina.
Frío generado con calor: eficiencia energética sin precedentes
Uno de los aspectos más innovadores del proyecto es su sistema de refrigeración.
A diferencia de los tradicionales compresores eléctricos de alto consumo, Geli-AR utiliza un sistema de frío por absorción que funciona a partir de energía térmica recuperada de los gases de escape de motores alimentados con biometano, generados por Biogeneradora Centro S.A., ubicada a pocos metros del predio.

La ingeniería de este sistema fue desarrollada por VMC (Rafaela), en colaboración con su partner internacional BL Thermodynamics, especialistas en tecnología de absorción con amoníaco como refrigerante natural.
El resultado: un sistema que consume menos del 30% de la energía eléctrica respecto a un diseño convencional, sin renunciar a la potencia ni a la precisión térmica.
Automatización total con inteligencia artificial
La cámara opera bajo un sistema de almacenamiento y transporte completamente automatizado, diseñado por la empresa AFG, con el respaldo tecnológico de la firma holandesa Logiqs Warehouse Automation.
Robots inteligentes gestionan el movimiento de los pallets, mientras el software LWA optimiza cada operación en tiempo real mediante inteligencia artificial, integrando logística con temperatura, rotación de stock y trazabilidad.
Los productos pasan primero por una antecámara refrigerada, luego por un túnel de congelado rápido, y finalmente son almacenados en racks tridimensionales diseñados a medida por la empresa LAM (Córdoba), que maximizan el uso del espacio y mejoran la circulación del frío.
Construcción y coordinación a cargo de un actor local con visión global
Toda la obra civil, el montaje mecánico y la coordinación general del proyecto fue liderada por INCISA S.A., constructora de Río Cuarto con amplia experiencia en infraestructura de alta complejidad.
Esta empresa, presidida por el Ing. César Cismondi, también lidera el grupo empresario al que pertenecen Biogeneradora Centro S.A., CECAR S.A. y Cismonagro.

Expertise logístico con visión estratégica
Otro de los pilares del proyecto es la experiencia logística aportada por Pedrolga S.A., empresa con una trayectoria consolidada en la operación de almacenes de productos secos y fríos.
El presidente de Pedrolga y cofundador de Geli-AR, Mario Brondello, destacó: “Este proyecto nos permitió llevar al máximo nivel lo que venimos haciendo hace años en logística: sumar eficiencia, tecnología y visión sustentable en cada paso del proceso.”
Brondello también señaló que “el diseño operativo de Geli-AR integra aprendizajes de nuestras otras plantas, pero con una escala y complejidad que la posicionan en un estándar internacional”.
El tercer socio fundador de Geli-AR es Gustavo Martinengo, cuya participación estratégica en algunas de las cámaras de frío desarrolladas por Pedrolga, y su visión integral sobre inversión, infraestructura y crecimiento sustentable, ha sido clave para proyectar la escalabilidad del emprendimiento y su inserción en cadenas logísticas más amplias.
Un ecosistema diseñado para el futuro
“La verdadera innovación de Geli-AR no está solo en la tecnología de frío o en los robots: está en cómo integramos todo en un único sistema coherente, eficiente y sustentable”, afirma el Ing. César Cismondi, CEO y cofundador de Geli-AR.
El proyecto fue pensado desde cero como un ecosistema, donde la energía, la logística, la automatización y la infraestructura dialogan entre sí.
La cercanía física y funcional entre la planta de biogás y la cámara de frío, la inteligencia distribuida en todos los niveles del sistema y la eficiencia estructural, hacen de este proyecto el primero en Argentina —y uno de los pocos en América Latina— que congela alimentos a gran escala utilizando energía térmica recuperada.
Un modelo exportable
Geli-AR no solo es un nuevo eslabón en la cadena logística del país, sino también un modelo exportable de industrialización baja en carbono, basado en economía circular, automatización y energías renovables.
Una combinación que no solo congela productos: marca el rumbo del futuro.