La industria en Córdoba atraviesa el segundo trimestre del año con una aparente estabilidad, aunque frágil. No hay derrumbe, pero tampoco reactivación. Lo que se detuvo es la caída, no el problema.
Esa es una de las principales conclusiones del Segundo Relevamiento Industrial 2025, presentado por la Unión Industrial de Córdoba (UIC), que refleja con datos de mayo la compleja realidad del sector.
Las empresas siguen produciendo, manteniendo empleo y sosteniendo estructuras. Pero cada paso demanda más esfuerzo, y los resultados son cada vez más acotados.
La rentabilidad cae, la inversión no repunta y la demanda interna permanece débil. Aun así, una porción significativa del empresariado sostiene expectativas positivas de cara al futuro. Para algunos, el ajuste actual es una transición hacia una etapa de crecimiento; para otros, el contexto obliga a innovar para sobrevivir.
Producción estable, sin señales de despegue
Durante el segundo trimestre, la industria se mantuvo operativa, aunque sin dinamismo. La inflación y la volatilidad cambiaria bajaron su intensidad, pero la demanda interna no tracciona y la recuperación productiva no se materializa.
- 45% de las empresas mantuvo sus niveles de producción.
- 28% reportó caídas.
- 26% señaló mejoras.
- En demanda interna, el comportamiento fue casi idéntico.
El empleo también se mantiene en equilibrio precario: el 68% no realizó cambios, el 18% redujo su personal y el 14% incorporó nuevos trabajadores. En general, las empresas no están en crisis, pero tampoco planifican a mediano plazo.
Rentabilidad en retroceso: el margen se achica
Uno de los puntos más críticos del relevamiento es el deterioro generalizado de la rentabilidad. Incluso con niveles de producción estables, el incremento de costos en servicios, salarios e impuestos está erosionando los márgenes.
- 60% de las empresas reporta una caída en su rentabilidad.
- Solo el 23% logró mejorarla.
- El impacto es mayor en pequeñas y microempresas, donde más del 50% reconoce retrocesos.
Las firmas no pueden trasladar esos aumentos a precios finales debido a la debilidad del consumo, por lo que sostener actividad implica resignar ganancias.
Inversión estancada, pero con señales de optimismo
La inversión empresarial tampoco logra despegar. El patrón se repite por tercer trimestre consecutivo: una parte aumenta, otra reduce, pero la mayoría mantiene el mismo nivel.
- 25% incrementó la inversión.
- 24% la redujo.
- 51% la mantuvo sin cambios.
A pesar de la prudencia, hay una alta predisposición a invertir en innovación. El 72% considera que este es un buen momento para hacerlo, y el 60% espera mejoras en el corto o mediano plazo. La pregunta es si ese optimismo alcanzará para traducirse en acciones concretas.
Micro y pequeñas empresas: las más vulnerables
El relevamiento confirma que las micro y pequeñas industrias son las más golpeadas. Su dependencia del mercado interno, sumada a limitaciones operativas y financieras, las deja en una posición de mayor exposición.
En muchos casos, se sostiene la actividad a costa de un desgaste que no parece sostenible: dificultades para cumplir con pagos, presión tributaria, caída de ventas y aumento de costos.
¿Resistir o crecer?: la incógnita del segundo semestre
El informe de la UIC no muestra una crisis aguda, pero sí un freno estructural que impide planificar, invertir o crecer. La resiliencia operativa existe, pero sin un entorno que acompañe —con reglas claras, financiamiento accesible y previsibilidad—, sostener no será suficiente.
La industria cordobesa sigue de pie. La gran incógnita es por cuánto tiempo más podrá hacerlo sin un cambio de escenario que transforme la resistencia en impulso.