Desde su apertura a finales de 2011, Tressen no ha parado de transformarse. Lo que comenzó como una cafetería-panadería sencilla, fue mutando con el tiempo hacia un modelo gastronómico cada vez más sofisticado.
Rodrigo Irusta y su esposa Gisella Orellano, barista y cofundadora del proyecto, impulsaron un proceso de mejora contínua basado en tres pilares: calidad de materias primas, formación del personal y tecnología al servicio de la experiencia del cliente.
“El objetivo siempre fue brindar un servicio diferente que satisfaga al cliente en su totalidad”, aseguró Irusta y continuó: “Ese compromiso se fue consolidando con la incorporación de insumos de primera línea, como aceite de oliva de finca y agua tratada por ósmosis inversa, y con una fuerte apuesta a la capacitación del equipo de trabajo”.

El gran salto: del café comercial al de especialidad
El punto de inflexión llegó en 2020, en plena pandemia, cuando decidieron dejar atrás el café comercial e ingresar al universo del café de especialidad.
“Gisella, mi señora, es barista y tiene una pasión innata por el café. Al querer brindar materias primas de calidad, virar hacia el café de especialidad era el camino correcto”, dijo el empresario gastronómico.
La transición no fue menor: significó un cambio de mentalidad, inversión en equipamiento y, sobre todo, una tarea de educación del consumidor.
Así lo explicó Rodrigo: “Fue un hito importante, no solo por la calidad del café, sino por todo lo que eso implica: enseñar por qué una bebida se sirve a cierta temperatura o por qué tiene ese sabor o propiedades. Es un cambio cultural”.
Aunque en grandes ciudades como Buenos Aires el café de especialidad ya tiene su lugar, en Villa María la propuesta fue pionera. En ese sentido, el fundador de Tressen destacó: “En estos cuatro años, la respuesta del público ha sido muy positiva”.
Una experiencia 360
El enfoque integral de Tressen busca impactar en todos los sentidos del comensal. Desde la calidad del agua hasta el origen de los vinos, que están migrando hacia bodegas boutique, todo está pensado para ofrecer una “experiencia 360”.
Según indicó Irusta, la franja etaria principal de su clientela va de los 30 a los 60 años, pero también “han logrado atraer a públicos más jóvenes” mediante eventos como la reciente Rave Coffee Party, un encuentro que fusionó café de especialidad y música en vivo.
Además del servicio de cafetería, Tressen se destaca con su menú de tres pasos al mediodía, lo que ha generado una fuerte presencia de empresas y profesionales que buscan una propuesta gastronómica con valor agregado.

Un reconocimiento que trasciende fronteras
Este año, y tras la remodelación de su local ubicado en bulevar Italia 81, Tressen fue seleccionado para participar del prestigioso Restaurant & Bar Design Awards 2025, una distinción internacional que premia los mejores espacios gastronómicos restaurados del mundo.
Solo dos establecimientos en Sudamérica fueron elegidos: uno en São Paulo y el otro, en nuestra ciudad.
“El estudio de arquitectura con el que trabajamos fue contactado a solo un mes de nuestra reapertura. No sabemos cómo nos encontraron, pero nos llena de orgullo estar nominados”, relató Rodrigo.
Tras una selección final que se dará a conocer en agosto, se llevará a cabo el evento de premiación en noviembre en Dubái, y la expectativa es alta, aunque para el equipo de Tressen la nominación ya representa “un logro inmenso”.

Por su parte, el Concejo Deliberante de Villa María también reconoció este hito, declarando a Tressen de interés municipal. “Es un reconocimiento que eleva la vara de lo que queremos lograr, estamos muy contentos por todo lo sucedido”, mencionó Irusta.
Mirada al futuro
Con un equipo de 13 personas, Tressen proyecta seguir creciendo sin perder su esencia. El empresario gastronómico sentenció: “La meta es clara: profesionalizar aún más el servicio y continuar elevando la calidad de los productos”.
“Queremos que cada persona que entre a Tressen se lleve una experiencia disruptiva, pero con un alto valor agregado”, concluyó Rodrigo.