Los dos unicornios argentinos, Mercado Libre y Globant, desarrollaron un proyecto educativo acorde a las necesidades del mercado laboral: Concreto, conciso y específico.
Entre Mercado Libre y Globant, en asociación con Digital House, lanzaron semanas atrás un proyecto educativo para capacitar a más de 10 mil personas “para lograr la rápida inserción laboral de miles de jóvenes de Latinoamérica en la industria tecnológica”.
¡Bienvenido Certified Tech Developer, lo estábamos esperando! El anuncio fue más que grato. Sin lugar a dudas, se trata del nacimiento de nuevos paradigmas educacionales y de formación y es lógico que el parto sea desde incentivas empresariales.
En definitiva, son los que conocen qué necesitarán de aquellos que están estudiando. A muchos nos ha pasado de pasarnos 4, 5, 6 años preparándonos en una carrera universitaria con el objetivo de salir al mundo laboral formado. Sin embargo, resulta que el campo de batalla te llena de golpes, porque tu educación fue de manual.
Si todo evoluciona, ¿por qué no lo hace también la educación?
Y no me refiero a la modalidad, porque la virtualidad no debería ser la “evolución”, ya que es una herramienta disponible desde hace tiempo. Me refiero a aprender lo que realmente hace falta. A estudiar lo que concretamente nos preparará para poder desempeñarnos en distintos ámbitos laborales.
Desde hace algún tiempo, se vienen dando pequeños pasos al respecto, pero nunca uno tan concreto.
La nueva educación es por acá
Menos tiempo, más especificidad, contenidos concretos.
Mercado Libre y Globant saben que hay miles de puestos de trabajo esperando ser ocupados en el campo de la tecnología, programación y otras tantas cosas de hoy. Saben también, por los miles y miles de empleados que tienen, qué es lo tienen que esperar para tener a una persona capacitada para ocupar esos espacios.
Incluso, en Villa María desde el Cluster de Impulso Tecnológico han afirmado que hay empresas locales que toman estudiantes a quienes terminan formando durante uno o dos años ya dentro de las empresas.
¿Qué mejor que aprender lo que tenés que aprender para trabajar en el mundo real? Después, si querés saber, por ejemplo, sobre alguna de las tantas materias que rellenan una curricula, o sobre cualquiera de las muchas cosas que te ofrecen en un aula mientras esperás ansiosamente salir a trabajar, bienvenido sea que busques bibliografía y te nutras de ella hasta estallar de conocimientos.
Es el modelo menos egoísta. Porque tu tiempo vale. Cuántas veces estás dentro de cuatro paredes (o en un Zoom, hoy) preguntándote si realmente vale la pena el tiempo que estás dedicando a una materia o clase.
Es un hecho que no se puede aplicar a todo, que es incorrecto generalizar, porque cada carrera es un mundo.
Las empresas están empezando a marcar el camino y no sería extraño que este sea el primer paso. Si tengo tres mil, quinientos, u ochenta puestos laborales que cubrir… ¿Por qué no los formo, dándole las herramientas que necesitan realmente para desempeñarse acá o en cualquier lado y les ahorro el bien más preciado en estas épocas: su tiempo?