FarmaVida, la reconocida cadena de farmacias de Villa María, continúa liderando la industria farmacéutica con una apuesta firme por la tecnología, sin dejar de lado su característica atención personalizada.
En el último tiempo, la empresa ha implementado una serie de innovaciones que han revolucionado sus procesos internos y mejorado la experiencia del cliente.
La automatización como eje central
Uno de los hitos recientes más destacados de FarmaVida ha sido la incorporación de un robot en su centro de distribución y en su Casa Central, en 9 de Julio y Mendoza.
Estos sistemas de última generación, provenientes de Alemania, han permitido optimizar la preparación de pedidos, reduciendo significativamente los tiempos de espera y garantizando una mayor precisión en la entrega de medicamentos.
El primer paso lo dieron en su amplio centro de distribución, pudiendo automatizar el 80% de los pedidos.
“Antes, preparar un pedido en nuestro centro de distribución para nuestra farmacia más grande llevaba alrededor de 3 horas. Hoy, con el robot, lo hacemos en 40 minutos”, contó Santiago Nicola, director de compras y comercialización de FarmaVida.
Esta eficiencia no solo ha agilizado las operaciones internas, sino que también ha permitido a la empresa mantener un stock óptimo en todas sus sucursales, asegurando así la disponibilidad de los productos que los clientes necesitan.
Posteriormente, y en el marco del aniversario 25 de la empresa, la firma invirtió en otro robot, en este caso para la más grande de sus 15 sucursales.
“Hoy cuando vas a comprar un medicamente a Casa Central, te atiende una persona, la cual le pide al robot en el sistema los medicamentos, y antes lo que demoraba unos 2 minutos entre que el trabajador iba a estantería y buscaba ese medicamento, hoy en 13 segundos como máximo el robot te lo trae”, describió sobre el beneficio de esta tecnología.
Vale destacar que, además, por el aniversario de la empresa, también llevaron adelante una remodelación, con cambios en el frente, piso, techos, veredas, iluminación, distribución de mercadería de su Casa Central.
“Logramos un local, mas grande y con mayor espacio para comodidad de nuestros clientes. Los espacios entre góndolas son más amplios permitiendo una mejor circulación y comodidad de nuestros clientes en la sucursal”, explicó Nicola.
Inteligencia artificial al servicio del cliente
La innovación a la que apuesta FarmaVida va más allá de la automatización.
La empresa ha implementado recientemente un chatbot con inteligencia artificial para atender las consultas de los clientes a través de WhatsApp.
Esta herramienta, desarrollada en conjunto con la empresa villamariense ChatbotEvolution, permite a los usuarios obtener información sobre productos, realizar consultas y realizar pedidos de una manera rápida y sencilla.
“Podés enviarle una foto del producto, y te va a decir para qué es, si lo tenemos en stock o cuánto cuesta. Y, por ejemplo, si no tenemos en stock lo que buscás, te va a ofrecer automáticamente alternativas”, subrayó.
“La visión y objetivo de FarmaVida es combinar la mejor tecnología disponible, con la calidad humana que siempre hemos brindado”, destacó Nicola sobre la premisa de la empresa.
Si bien la inteligencia artificial facilita la atención al cliente, FarmaVida mantiene un equipo humano altamente capacitado para brindar asesoramiento personalizado cuando sea necesario.
Una trayectoria marcada por la innovación
La incorporación de robots y la implementación de un chatbot con inteligencia artificial son solo algunos de los logros más recientes de FarmaVida.
A lo largo de sus 25 años de historia, la empresa ha demostrado un compromiso constante con la innovación.
En ese sentido, Nicola –parte de la segunda generación de la empresa- recordó como hechos destacados de la firma la construcción de su centro de distribución, la remodelación de su casa central y apertura de nuevas sucursales en lugares estratégicos, como ejemplos de esta visión de futuro.
Incluso, recordó que fueron de las primeras empresas del país en contar con la atención telefónica vía 0800.
