La costura no es solo un oficio: puede ser una forma de expresión, un proyecto laboral o un espacio para reconectar con lo manual.
Esa mirada es la que sostiene Paola Imerso (41), diseñadora y creadora de Violáceo – Sitio de Costura, ubicado en calle Córdoba 1071 de Villa Nueva.
«Acá no solo se cose», contó Paola con una sonrisa. Y es cierto: Violáceo es un punto de encuentro donde cada persona llega con su idea, su necesidad o su deseo de aprender.
“Hay quienes quieren emprender, otras que buscan hacerse ropa propia porque no consiguen talles o no les gusta lo que hay en el mercado. Algunas, simplemente, lo hacen por el placer de crear”, graficó.

Paola comenzó con una idea distinta: soñaba con tener su propia marca de indumentaria. “Diseñaba, producía, pero no se vendía nada. Me reía sola. Y como ya había dado clases en centros vecinales, decidí volver a lo que sí me funcionaba: enseñar”.
Así fue como el perchero con ropa en venta fue dando paso a la máquina de coser y a los talleres.
Desde hace dos años se dedica de lleno a esta actividad. Las clases presenciales se dictan una vez por semana, con una modalidad libre en la que cada alumna –o alumno– propone qué quiere hacer.
Desde moldería y reciclado de prendas hasta accesorios o ropa desde cero. “Me gusta acompañarlas. Muchas llegan con ideas de Pinterest y me encanta ese desafío”, cuenta.
La semilla emprendedora
Lo interesante es que no todas llegan con objetivos personales. Algunas tienen en mente lanzar sus propios proyectos.
“A veces vienen con ganas de emprender, y desde acá las ayudo a desarrollar sus productos”, resaltó. Otras, en cambio, simplemente buscan un espacio para compartir, hacer algo con las manos, relajarse.
Con certificado
Pero el taller está creciendo. Y un gran paso es la posibilidad de brindar formación con certificado oficial.
“Hay chicas que ya alcanzaron cierto nivel y quieren no solamente coser para su casa, sino que además quieren ir un poco más allá, dedicarse a la costura, llevar adelante el oficio, lo que me empujó a poder darles un aval”, subrayó.
El 8 de mayo comienza el primer curso certificado en Violáceo: Formación Integral en Moldería y Producción de Indumentaria, una capacitación de 8 meses que cuenta con el respaldo de la Cámara Argentina para la Formación Profesional y la Capacitación Laboral.

Este nuevo trayecto no solo marca un hito en su recorrido profesional, sino también en el camino de muchas mujeres personas que buscan profesionalizarse en un oficio con historia y futuro.
Rescatando el oficio
“El oficio volvió a aparecer. La moda rápida, los precios, la falta de talles… todo eso influyó en que mucha gente quisiera aprender a hacer su ropa o arreglarla”, reflexiona Paola. Y agrega: “Tengo alumnas adolescentes, gente grande, madres, personas que simplemente quieren hacer algo para ellas”.
Así, Violáceo se convierte en un espacio donde se revalorizan los saberes tradicionales desde una mirada abierta, creativa y comunitaria. Donde se cose, sí, pero sobre todo se construyen vínculos y proyectos.