Escribe: Alfredo Koncurat | Titular de EKO Consultora – Experto Pyme – Asesor de empresas.
La actualidad económica presenta rasgos difusos, por lo que la actualidad macroeconómica desafía a todas las empresas hoy inmersas en una gran incertidumbre.
La tasa de inflación en diciembre fue del 25.5% y se espera otro tanto para el enero (26,03% son las expectativas de inflación para el mes pasado, derivadas del sondeo mensual de la Universidad Torcuato Di Tella).
Una altísima inflación que impone rápidas medidas de cobertura: por un lado, medidas sobre los plazos de cobranzas (se aconseja definiciones de política interna más restrictivas) y, por otro, si la empresa dispone de fondos líquidos, medidas de cobertura.
Ante un salto de tasa de inflación tan importante, la cobertura es crucial (mantener el poder adquisitivo de nuestros activos líquidos).
Desde ya estas recomendaciones toman mayor importancia si la inflación llegase a acelerarse aún más, un escenario posible para los próximos meses.
Posibles escenarios para el 2024
Si planteamos diferentes escenarios para este año, podemos analizar un abanico crítico de posibilidades.
Escenario 1
Baja de inflación a partir de marzo con importante descendencia de la tasa de inflación para meses posteriores.
Este escenario que podría calificarse como positivo, nos muestra una tasa de inflación por debajo de un dígito totalmente controlada en el próximo trimestre.
Escenario 2
La inflación no logra controlarse y permanece alta en los próximos meses sin desbocarse.
Como puede apreciarse, una inflación simulada del 25% mensual para el resto de cada mes del presente año nos llevaría a una desproporcionada y altísima tasa de inflación anual del 1367%. Un escenario indescifrable en lo social-institucional en el país.
Este ejercicio abstracto de escenario puede replicarse para diferentes supuestos (¿qué pasaría si la inflación se desboca aún mayor al 25% mensual?), lo relevante del análisis es qué herramientas nos permiten “defendernos” ante distintas circunstancias.
¿Cómo defenderse de la alta inflación?
Políticas de plazos de cobranzas
Se recomienda disminución de plazos de cobranzas para las ventas o, como alternativa, cobro de interés implícito con descuentos para pagos de contado, o cobro de intereses para los pagos fuera de términos.
Cada alternativa planteada tiene sus propios pros y contras, pero resulta crucial aplicar algún criterio ante tanta incertidumbre.
Políticas de cobertura para fondos líquidos disponibles
Previo a las elecciones la mayoría de las empresas se cubrieron armando una cartera en dólares o en stock.
Hoy ante una baja circunstancial de demanda (derivada de una brusca disminución del ingreso disponible por parte de las familias dado reacomodamiento de tarifas) el resguardo en stock es, por lo menos, arriesgado.
La recomendación lógica entonces de dolarización de carteras es obvia (la disminución de demanda no me garantiza ventas y, por otro lado, los réditos de intereses por colocaciones en pesos han bajado).
La incertidumbre reina, es crucial monitorear las variables en los próximos días y semanas para “acomodar” las políticas internas de la empresa.
La adaptación rápida a los cambios de circunstancias pasa a ser un crucial atributo que toda empresa debe poseer.
Escribe: Alfredo Koncurat | Titular de EKO Consultora – Experto Pyme – Asesor de empresas.