La producción de papa en Argentina atraviesa una crisis marcada por la sobreoferta. Una campaña con rendimientos excepcionales saturó los mercados y provocó un derrumbe de precios que dejó a los productores trabajando a pérdida.
Costos en dólares, ventas a pérdida
Miguel Campetella, productor papero cordobés, explicó que hoy una bolsa terminada cuesta alrededor de 4.000 pesos producirla, pero se vende entre 2.500 y 2.800 pesos, con picos de 3.000. El resultado es negativo en todos los casos.
La inversión por hectárea alcanzó los 5.000 dólares en la última campaña, y se proyecta que suba a entre 7.000 y 8.000 dólares en la próxima, principalmente por el encarecimiento de la semilla.
Mercado deteriorado
Desde los mercados mayoristas remarcan que la situación no responde a medidas gubernamentales, sino a la lógica del mercado. La baja del consumo y la entrada masiva de papa en distintas zonas generaron un escenario de precios muy bajos para los productores.
El fenómeno se agravó porque se sembraron más hectáreas con la expectativa de exportar y los rindes superaron lo habitual. A esto se suma la llegada temprana de la papa tucumana, que presiona aún más los valores locales.
Acciones desesperadas
Ante este panorama, muchos productores decidieron no cosechar o incluso tirar la papa, ya que los gastos de traslado y comisión rondan los 1.500 pesos por bolsa, un valor similar al que hoy se consigue en el mercado.
En Córdoba, Campetella confirmó que avanzan con la cosecha aunque sea a pérdida, ya que dejar la papa en el campo implica un riesgo mayor: no poder resembrar ni recuperar algo de inversión.
El mercado fresco saturado
La papa cordobesa se distribuye en el Mercado de Abasto y de allí al resto del país: Rosario, Santa Fe, Córdoba capital y el Mercado Central de Buenos Aires. La abundancia de producto mantiene deprimidos los precios y se prevé que la situación se prolongue hasta diciembre.
Menos siembra, más incertidumbre
Con las cuentas en rojo, muchos productores apuestan a otros cultivos como trigo y maíz para sobrevivir. La falta de capital ya llevó a un “achique” en la siembra de papa en Córdoba, que podría replicarse en el sureste en los próximos meses.
La retracción de la superficie cultivada anticipa un posible repunte de precios en la campaña siguiente. Sin embargo, para los agricultores la incertidumbre persiste: los extremos —tanto de precios bajos como de aumentos abruptos— desalientan la continuidad del negocio.