“Fue todo un desafío meterme en una estructura armada y promover el cambio”, afirmó Antonella Brondello, Directora Financiera del Grupo Kerdé.

La joven contadora hace un año que asumió la dirección del grupo que aglutina empresas villamarienses como Pedrolga, Nixa, Certus, Kerdé Labs y Mario Brondello S.A..

Su experiencia y formación, le permitió con 30 años tomar un rol protagónico en las compañías familiares, entre la que se destaca, por ejemplo, la firma logística y de transporte con más de medio siglo de vida.

Su curriculum marca que egresó de la IAE Business School – Universidad Austral, donde también realizó un MBA internacional a los 26 años. También cuenta con un intercambio en la Georgetown University en Washington.

Se desempeñó laboralmente en Deloitte & Co y en el grupo internacional LVMH, conglomerado francés de empresas como Louis Vuitton.

Sin embargo, siempre supo que su destino estaría en la empresa familiar. “Tenía 12 años cuando empecé a hablar de Pedrolga con mi papá”, recordó.

“Viajaba mucho por el hockey (fue jugadora de la selección nacional) y mi papá me llevaba a entrenar y jugar, y en esos espacios se daban muchas charlas. Siempre tuve ganas de estar acá”, confesó.

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Promover el cambio

Cuando tomó la decisión de volver a Villa María, se encontró con una empresa en pleno crecimiento y ganándose un lugar en la industria del petróleo en el sur del país.

“Fue todo un desafío meterme en una estructura armada y de promover el cambio”, planteó en cuanto a su rol y el de los jóvenes empresarios en general.

Destacó a su padre, Mario Brondello, director de la firma, y a Rodolfo Trucchi, gerente general, porque “me dieron lugar y me dieron libertad para hacer, y confiaron mucho en mi forma de ver las cosas”.

Sin embargo, aseguró que también fueron importantes hacia afuera de la empresa: “Porque, a veces pasa, con este tipo de rol tan masculinizados, que la mujer necesita que alguien la empodere, solo por ser mujer”.

En relación a la inserción de jóvenes en puestos claves en las empresas, reflexionó en base a su experiencia personal que “el intercambio intergeneracional fue y sigue siendo muy valioso; agrega valor, más allá de que siempre puede generar algún roce porque son diferentes formas de ver las cosas”.

– ¿Cómo fue el proceso de insertar cambios en una estructura empresarial consolidada?

“Me enfoqué en mejorar procesos para evitar tareas repetitivas, repensar qué se hace y para qué, porque por ahí había reportes que se hacían por cierta inercia del día a día. Y nadie cuestiona.
A a veces, los líderes tenemos la responsabilidad de meternos en el día a día del colaborador y preguntar por qué se hacen las cosas, quién se lo pidió, para qué, y plantear otros procesos, utilizar tecnología. Cuestionar los procesos, ese es el rol que tenemos como jóvenes empresarios.
Eso es incómodo, genera incomodidad, pero hay que hacerlo sin que se sientan atacados. En el rol que yo tengo, normalmente el colaborador lo acepta, lo abraza e intenta acompañar”.

Antonella consideró que las diferentes visiones y perspectivas que hay entre las generaciones “generan mucho valor, energía, y permiten aprender muchísimo”.

“Nuestra generación tiene el gran desafío y la gran responsabilidad de generar cambios reales en las empresas”, afirmó.

– ¿Cómo ves la inserción de jóvenes en puestos y responsabilidades como el tuyo?

“Veo que ocurre más en empresas familiares. Viene alguien formado, tal vez con menos experiencia que alguien más grande, pero se le da el lugar. Creo que en empresas que no son familiares o en una empresa familiar, alguien que no es familiar, por ahí no tiene tanto lugar”.

“La presencia de jóvenes en las empresas genera otra energía. Le dan importancia a aspectos que hoy la sociedad le está dando importancia. Como la responsabilidad social empresaria, o tener prácticas comerciales éticas. Creo que esta nueva generación entiende que tanto el cliente como el trabajador valora eso, y por eso le dedica horas y tiempo y piensa más integral”, consideró.

“La generación anterior tenía otras habilidades y virtudes que se complementan con estas nuevas perspectivas. Por eso la relación tiene que ser sinérgica, porque de los dos lados hay cosas para sumar”, agregó.

Liderar en este contexto económico

Como Directora Financiera de un grupo de empresas, Antonella reflexionó sobre su rol en este contexto macroeconómico.

“La volatilidad financiera genera que tenga que ser muy rigurosa en el control de costos. Porque con este nivel de inflación y volatilidad, si sos descuidado, te genera impacto directo en el resultado económico”, planteó.

Además, también consideró que “es normal que una empresa que crece mucho, lo haga en forma desordenada, entonces también mi rol es buscar ese orden que nos genere mejores resultados”.

De todas maneras, la joven profesional aseguró que “el desorden también es una oportunidad de crecimiento; siempre hay nuevos lugares donde Pedrolga puede invertir, llevar sus formas de hacer las cosas, y generar valor”.